Suelto en el Aire, invita al espectador a trascender el tiempo y espacio, a conocer las propias limitaciones e ir más allá de las mismas. A olvidarse de todo para comenzar a entender. A recordar, a imaginar, a proyectar.
Con algunos tintes de nostalgia y un humor simple pero a su vez ácido, por momentos, es una obra que entretiene al mismo tiempo que invita a la reflexión sin necesitar de una costosa producción ni muchos elementos del plano material. Esto es en gran medida gracias a la actuación de Gustavo Masó, actor que cuenta con una extensa trayectoria tanto en teatro como en televisión y cine y que despliega todas sus cualidades durante 50 minutos como único actor en escena. Muy bien acompañado musicalmente logra demostrar como bien dijo que el arte es una forma de hacer el amor.
Con algunos tintes de nostalgia y un humor simple pero a su vez ácido, por momentos, es una obra que entretiene al mismo tiempo que invita a la reflexión sin necesitar de una costosa producción ni muchos elementos del plano material. Esto es en gran medida gracias a la actuación de Gustavo Masó, actor que cuenta con una extensa trayectoria tanto en teatro como en televisión y cine y que despliega todas sus cualidades durante 50 minutos como único actor en escena. Muy bien acompañado musicalmente logra demostrar como bien dijo que el arte es una forma de hacer el amor.