29/10/2024 11:11 RICARDO P 3 Excelente obra. Actuaciones sobresalientes.
14/10/2024 10:07 Carlos 33 Me enfrento a una contradicción al escribir esta devolución sobre Stefano. Por un lado, me ha parecido una puesta extraordinariamente buena: las actuaciones, la escenografía, el vestuario, el sonido, la iluminación son 100% profesionales, de un nivel y homogeneidad excelentes. Por el otro, el texto, la oba en sí, me pareció completamente anacrónico y sin potencia dramática. Stefano, el protagonista, en su agonía sin fin, es apenas el destinatario del resentimiento de los otros. No tiene estatura, no tiene fuerza. Apenas sabe hundirse para prolongar su dolor, pero no se aferra a su pasión por el arte, por la música, por la ópera como balance ante su fracaso en lo material/económico. Eso lo desequillibra, lo debilita, y con ese tropiezo del protagonista, se arrastra al conjunto a un concurso permanente de humillación contra el líder derrotado. Casi ninguno de los otros personajes se hace cargo de su propio destino: ni los padres (engañados, dicen, pero no es cierto, a lo sumo convencidos por el sueño del hijo, pero no engañados ni mucho menos forzados a dejar Italia), ni la esposa (ha tenido siete hijos con Stefano, ¿nunca hubo amor? ¿no hay recuerdos gratos? No, hay sólo placer en hundirse con su esposo, en recordar al pequeño muerto, en verlo caer y sufrir con él), ni la hija (que apenas sabe angustiarse, pero nunca busca salirse de su rol de ayudante lacrimosa, nunca piensa), ni el hijo poeta (que se evade, que se calla, que nunca toca a su padre para no traicionar a la herida madre). Hay dos personajes, sin embargo, que tratan de compensar la balanza, pero no es suficiente: el hijo enfermo, que en su desvarío observa al padre con amor, pero no tiene crédito, y se duerme al final junto con los otros; Pastore, que respeta y ayuda a Stefano, pero no es capaz de conmoverlo para que crea en sí mismo. En fin, al bajarse el telón y mirar el saludo de los actores, por un lado sentí gratitud por tanta entrega y oficio. Pero por el otro, percibí (todavía sin razonarlo), que el drama recién cerrado no me había involucrado. En suma, que Stefano no había cobrado vida, sino solamente dolor. Pero la extraña, la inefable experiencia humana, es mucho más que solamente dolor. Porque con dolor y únicamente dolor, no es posible cruzar un océano, abandonar una lengua, conquistar a una bella mujer, convocar a los padres a una epopeya, montar un hogar, criar a siete hijos, integrar una orquesta y enseñar a discípulos. Hay sueños que se abandonan, fortunas que se escapan, pero así y todo existen una vida y amores construidos.
06/10/2024 08:21 Cristian 2 Muy buena obra, muy buen texto y las actuaciones son lo mejor.
30/09/2024 09:15 Héctor G 3 Es muy importante poner en escena obras tradicionales, como en este caso, de lo mejor del grotesco criollo. Grandes trabajos actorales.
08/09/2024 09:41 Polras 45 Me gustó la obra. las actuaciones. El nudo argumental. Excelente. Y también me dejó pensando sus ideas.
Lo que no me gustó, es que la función estuvo accidentada con celulares que sonaban, personas que murmuraban. Mi sugerencia es que alguien de la sala o de la compañia ayude a las personas mayores a poner en silencio el celular.
25/08/2024 17:11 Gabriel 11 La pase barbaro ,la disfrute mucho
25/08/2024 14:25 Cristian B 6 espectacular laburo del elenco completo ! (Norberto Gonzalo y Maria Rusi Duco son unas maquinas de tirar texto y meterle intensidad y peso a la interpretacion ) . Todo el elenco la rompe ! suben, bajan, se tiran al piso, por escaleras, arriba de mesas, lloran, gritan, rien. empieza como comedia, y se va agregando peso dramatico, hasta que todo explota al final !!