31/07/2018 16:11 Jimena 5 Es un espectáculo que interpela al que asiste a la función.
Un tema que es tratado como corresponde.
Excelentes actuaciones.
01/07/2018 11:12 Ignacio 5 Si bien la obra es intensa desde el planteo, algunas líneas resultan demasiado guión guionadas y no un diálogo natural de pareja.
Creo q la iluminacion blanca, la escenografia mínimalista y la música podrían ayudar a incrementar el clima dramático tal cual lo amerita la obra.
01/07/2018 11:12 Ignacio 5 Si bien la obra es intensa desde el planteo, algunas líneas resultan demasiado guión guionadas y no un diálogo natural de pareja.
Creo q la iluminacion blanca, la escenografia mínimalista y la música podrían ayudar a incrementar el clima dramático tal cual lo amerita la obra.
En esta Magnifica Obra algo tan inocente como Una mochila se ha de transformar, para Luismi, no solo en el lugar donde transportar sus útiles, será la señal que lo ha de convertir en el objeto de fijación de sus pares.
La misma se ha de tornar en una señal para que lo tilden de “DIFERENTE” y sea ubicado dentro de los criterios, que ciertos individuos, adjudican a personas que para ellos son desechables o castigables. Ejemplo de algunos de los parámetros, para los que no comprendan lo que expreso, son usar anteojos, tener granos, ser obeso , muy delgado, muy alto , muy bajo, ser inteligente o no, ser negro, amarillo, blanco o tantos otros etcéteras que ahora no llegan a mi como factibles puntos usados como tamiz.
En sí mismo, un grito a la intolerancia…moderna? Noooooo, no seamos hipócritas y farsantes...siempre existió!!!
Quizás hoy posee una denominación común que es el bullying y que nos debe orientar a poner nuestra mirada en el núcleo primario, La INSTITUCIÓN Familia. Es en ésta donde se originan los cimientos de nuestro Ser, ahí donde algunos adultos proyectan, sentimientos, pensamientos o impulsos propios que se empeñan en negar por resultarles inaceptables para sí y colocan en el afuera a través de sus hijos.
Una excelente obra extraída por el dramaturgo Paco Bezerra desde las entrañas de la realidad con la pasión brutal que la misma enclaustra.
Muy buena interpretación de Melina Petriella y Alejandro Awada...imposible salir de ver esta obra y no sentirte atravesada y movilizada.
Todos somos responsables vivimos queramos o no imbricados. No es cuestión de señalar al bueno o al malo, esa seria una salida facilista para todos...SIEMPRE ES MAS FACIL Y CONVENIENTE SEÑALAR A LOS CULPABLES COMO ENTIDADES LEJANAS A NUESTRO SER.
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