25/06/2012 18:37 Cora G 4 Excelente!!! Felicitaciones por poner Todo!!
17/06/2012 16:25 Pablo F 15 Excelentes actuaciones y el entrenamento para hacer uso de una escenografía muy versátil sin que haga desaparecer el concepto de caja negra, combinando perfectamente ambos criterios. Muy recomendable. Me alegro de haberla elegido.
29/11/2011 14:27 Anibal I me gustó mucho la obra,sobre todo la actuación de la chica de la silla de ruedas. Me gustó sobre todo, por su prestancia y sus tonalidades variadas en la voz. Me gustá el teatro, que no conocia. Me parece que un aire acondicionado en la recepción les caeria de perlas. No me gustó esperar mas de la cuenta para entrar en la sala, pero esto es un mal general de todos los teatros. Saludos. Volveremos. Anibal
09/10/2011 15:51 Guillermo 91 Excelente obra y puesta en escena. Las 2 actrices tienen una concentración y un dominio en el escenario que hasta parece fácil actúar. Muy buen nivel de ambas chicas se destaca la voz de Carolina y el nivel actoral de Eliana es por encima de excelente. Mis felicitaciones a todos!!!
14/05/2011 18:22 Critica D 72 Revista XXIII. Por Luis Mazas…Aguda poética en el teatro de Briski. El rebenque de dos Puntas.
Una patrona renga, fuerte a causa de sus debilidades y el poder de su dinero. Más una empleada que subordina su fortaleza por un salario denigrante. La discapacidad y la aptitud forman en No te vayas con amor o sin él una metáfora de la opresión. Hay mucho que percibir en la porosidad de una fabula de la fluctuante relación de mutua dependencia. Acaso la lucha por empuñar el mango del rebenque. El binomiio 'sometedor y sometido' alude por elevación a la decadencia de la sociedad poscapitalista, mientras la didáctica de Briski abre a varias líneas de fuga, para mayor especulación. En lo inmediato facilita una últil visión crítica sobre el enfermizo juego de trancitorias alianzas políticas al que asistimos en estos días. Vista desde este aspecto, la dramaturgia renueva su vigencia a ocho años de su escritura original. No te vayas... encaja en la coherecia militante de nuestro teatrista; un comprimiso ético y estético que viene de lejos sin claudicaciones. Esta es la sugunda puesta en escena del texto, disparado sobre la idea de una alumna del maestro. Ahora fluidamente volcada a la escena con auxilio de dos buenas actrices y un interesante dispositivo en la planta escénica. El de Briski sigue siendo un ejemplar teatro de emergencia, al que major cantidad de espectadores debería tener acceso indispensable.