02/08/2017 12:14por Alejandro 33 Excelente obra!! Todos nuestros miedos, tics, fobias están representados en clave humorística, lo que no impide la reflexión (dura) sobre los mismos
03/07/2017 11:07por Alejandro H 33 Buenas actuaciones (el teatro físico así lo impone). Buena dirección y escenografía. De todas maneras me pareció un poco larga y con escenas innecesarias, en algunos casos rozando lo chabacano (similar a un sketch de Moria Casán).
Respecto a la historia que relata, realmente considero que en general, la historia realmente no existe. Lo que realmente existe es la literatura, incluyendo a la historia como sexto género literario (después de la poesía, el drama, el ensayo, el cuento y la novela). Con estas salvedades, creo que es un espectáculo que se puede ver.
12/03/2017 14:52por Alejandro H 33 las actuaciones son muy buenas. La puesta en escena también. Creo que hay que analizar la obra ideológicamente. Uno ya puede anticipar la obra en base al título: la clase media es la culpable de todo. Un análisis de izquierda que considero perimido. Pero bueno, cada cual escribe sobre lo que quiere y como quiere (o como puede) En este caso se asimila a la clase media con la gente que vive en los barrios privados. Terrible simplificaciònLos personajes (obviamente) son meras caricaturas. nadie se salva en este drama. Excepto, adivinen quien? la domèstica de la clase baja. Oprimida y expoliada por sus empleadores. En resumen: yo la evitaría
12/09/2016 17:31por Alejandro 33 Chéjov escribió “El Tío Vania” en su hacienda de Melikhovo en 1896. Trató de reflejar, en una casa de campo en Rusia, la visión más sombría de la condición humana: el sentimiento, la toma de conciencia que el destino de sus vidas comienza a escapárseles y la imposibilidad de acceder (en vida) a una existencia plena.
En esta obra, la acción no se desarrolla en las estepas rusas, sino en una pequeña ciudad de la Argentina. La excelente adaptación de Francisco Lumerman, traslada el drama Chejoviano a una versión local (incluyendo música de Mercedes Sosa) situada en Carmen de Patagones.
Pero el drama existencial continúa siendo el mismo y donde cinco personajes, signados por el fracaso de una vida inútil, admitida o no, se debaten en la quimérica posibilidad de alcanzar un futuro feliz pero lejano.
No voy a relatar el desarrollo de la obra, pero con una escenografía simple, los personajes van desgranado a lo largo de la obra, su frustración. Excelentes las actuaciones. Me gustaron especialmente la de Iván (José Escobar) y Sonia (Rosario Varela, que también me deleitó con su canto).