15/10/2019 20:19por Horacio 271 A poco menos de 24 horas de haber pasado por esa experiencia, la mezcla de emociones perdura.
La viví en vilo, conmovido todo el tiempo: la puesta, el aprovechamiento del espacio y de los recursos audiovisuales, la adaptación del texto, la actualidad de ese texto a partir de esa adaptación que de complaciente, de demagógica no tuvo nada, me dejó aún pensando en todo ello.
Y las actuaciones.
Dos, que valieron por 70.
Qué decir de Pelicori. Qué decir de Osmar, que no suponga caer en el elogio desmedido, en la expresión de gratitud hacia tanto y tanto y tanto que siempre entregan.
Como en la noche de anoche, lunes 14 de octubre (que parecía de julio, por el frío absurdo de la noche) que tan conmovido me dejó.
29/09/2019 12:20por Horacio 271 Una vez más, disfruté muchísimo una obra de Mónica Cabrera, solita y sola, diciendo textos escritos por ella, con sensibilidad, inteligencia y por supuesto, mucho talento.
29/09/2019 12:18por Horacio 271 Apenas tuve noticia de que Alfredo Arias estrenaría una obra escrita por Gonzalo Demaría con Isabel Perón presa en el Messidor por decisión de los militares que la habían derrocado como protagonista, supe que iría a poco de estrenarse.
Quién habría de ocuparse Isabel, esa Presidenta absurda y porqué, me preguntaba.
Sólo Arias. Que se había ocupado de la vida, la gloria, la desdicha de algunas muchachas peronistas (la Evita de Copi, Miguel de Molina, Fanny Navarro).
Seguía pensando igual: porqué y para que Isabel. Quizás, pensaba, para condolecerse de su suerte durante las horas crueles de su encierro patagónico impuesto por los milicos que la habían derrocado. Que esa experiencia, quizás, habilitaría un recuerdo con alguna conmiseración.
Nada de eso. Dado que Isabel, para Demaría fue el mal.
Al margen de estas torpes elucubraciones, quiero compartir que disfruté mucho de una puesta perdurable. Todo está ajustado, todo está bien en "Happyland": música, coreografía, vestuario, escenografía, luces.
Y el elenco. Sólido, parejísimo. Todos (todes) hacen todo bien, lo que no sorprende en los siempre impecables: Radano, Casella, Merlino y Marcos Montes, por sobretodo. Debo confesar mi deslumbramiento con (la actuación y con la persona de) Josefina Scaglione.
A la salida del espectáculo, el amigo con el que fui me preguntó cuándo había muerto Isabel. Y resulta que no, que vive (respira, en rigor) allá, en España donde se radicó apenas la dejaron en libertad los milicos que la confinaron en la mansión en la que discurre la historia concebida en "Happyland", para volver esporádicamente al desdichado país que había presidido, que dejó de visitar cuando consiguió lo que quería (dinero) y cuando se convenció de que todos queríamos olvidarnos de ella.
Salvo los autores de esta genialidad, que la resucitaron para matarla unas cuantas veces en el escenario de la sala Casacuberta del San Martín.
Vayan, che.
03/08/2019 12:06por Horacio 271 Intensa puesta, inteligente (con precisa y bien cuidada música percusiva en vivo), jugada con mucha solvencia por un elenco sólido y parejo en el que se destacan Peña, Ferradás, por supuesto, ,y muy especialmente, un deslumbrante Marcelo D'Andrea.
08/07/2019 13:19por Horacio 271 Estuve el sábado en la sala "Orestes Caviglia" del Cervantes y la conmoción perdura: de cómo explicar lo inexplicable de un tiempo difícil de explicar desde un presente igualmente cruel (gratitud a Alejandro Tantanian por la generosa inteligencia de permitirnos ese momento perdurable), podría resumir.
A partir del sacrificio-martirologio de Roberto Quieto en cuyo homenaje (y el de tantos y tantas) escribió Susana Torres Molina.
Me pareció sobresaliente por todo lo escrito, por la sensibilidad del director y las actuaciones todas impecables, con un Lautaro Delgado descollante.
20/06/2019 23:26por Horacio 271 Aunque hubiera ido de todos modos (protagonizaba Osmar Núñez), que la dirección estuviese a cargo de Marcelo Lombardero, con quien me había enojado por lo menos dos veces post audaces aggiornamientos de puestas en el Colón, me puso en guardia al asistir el miércoles 19 a la puesta.
Guardia que se derrumbó apenas fue avanzando la primera de las dos piezas que se interpretan en la Sala Casascuberta, la más hermosa de Buenos Aires.
Desluimbrado quedé: por las puestas tan inteligentes, sensibles y eficaces de Lombardero, por los textos (igualmente categóricos) y, desde ya, por las interpretaciones a cargo de un elenco parejo, sin fisuras.
Con dos protagónicos deslumbrantes. Fue la primera vez que vi en teatro a Boy Olmi y mi debut no pudo haber sido mejor. Y, por sobre todo, volver sobre uno de los más grandes, talentosos y queridos artistas de nuestra escena quien, después de haber compuesto al inolvidable protagónico de su "Relojero" de Armando Discépolo en el Regio, sigue dando cuenta de su calidad sobresaliente, no sólo por sus tantos recursos (es de esos actores que actúan, como quien respira) sino por la extrema y justa sensibilidad que impregna a sus personajes.
De lo mejor del año, felicitaciones y gracias a los responsables del CTBA.
19/05/2019 12:45por Horacio 271 Escribo para expresar mi gratitud a Llinás y a Barassi: no siempre uno sale del teatro secándose las lágrimas y con los músculos abdominables dolientes de tanto reír.
