14/05/2011 18:22por Critica D 72 Revista XXIII. Por Luis Mazas…Aguda poética en el teatro de Briski. El rebenque de dos Puntas.
Una patrona renga, fuerte a causa de sus debilidades y el poder de su dinero. Más una empleada que subordina su fortaleza por un salario denigrante. La discapacidad y la aptitud forman en No te vayas con amor o sin él una metáfora de la opresión. Hay mucho que percibir en la porosidad de una fabula de la fluctuante relación de mutua dependencia. Acaso la lucha por empuñar el mango del rebenque. El binomiio 'sometedor y sometido' alude por elevación a la decadencia de la sociedad poscapitalista, mientras la didáctica de Briski abre a varias líneas de fuga, para mayor especulación. En lo inmediato facilita una últil visión crítica sobre el enfermizo juego de trancitorias alianzas políticas al que asistimos en estos días. Vista desde este aspecto, la dramaturgia renueva su vigencia a ocho años de su escritura original. No te vayas... encaja en la coherecia militante de nuestro teatrista; un comprimiso ético y estético que viene de lejos sin claudicaciones. Esta es la sugunda puesta en escena del texto, disparado sobre la idea de una alumna del maestro. Ahora fluidamente volcada a la escena con auxilio de dos buenas actrices y un interesante dispositivo en la planta escénica. El de Briski sigue siendo un ejemplar teatro de emergencia, al que major cantidad de espectadores debería tener acceso indispensable.