04/02/2018 12:37por Horacio 271 Cuatro sobrevivientes en una ciudad devastada (que podría ser Buenos Aires o no), que monologan sobre todo eso que viene pasando en ese lugar apocalíptico. Y esa destrucción urbana, se refleja en el derrumbe personal de las dos mujeres y de los dos muchachos intérpretes.
Me gustó y mucho, arranqué bien mi '18 teatral.
Está, sin dudas, la marca del director/autor, aunque no había visto propuestas anteriores de él, sí asistí al "Otelo" del Regio de 2016 y además de la nueva convocatoria a dos intérpretes de esa obra (Arengo y Díaz), la puesta en general y la escenografía en particular me remitieron a aquella experiencia.
Mientras cada intérprete monologa, sus compañerxs de elenco observan, en escena/bambalinas, la música en vivo, la puesta de luces aportan y en mucho a ese muy buen resultado.
Elenco muy bueno y muy parejo (se percibe una buena química entre les cuatro -y los dos artistas que ejecutan con mucha eficiencia la música en vivo-), lo cual ayuda a amortiguar los efectos de un texto tan oscuro.
Debilidades, son debilidades, y aunque amamos a Roth y a Fonzi, no sería honesto si no destaco la labor de Guillermo Arengo siempre (está entre los mejores, qué duda cabe) un escalón por encima.
Es de esos artistas, Guillermo, que actúan como quien respira.
Vayan, che.
05/11/2017 15:00por Horacio 271 Una adaptación hecha con trazo grueso, que buscó siempre la risotada, la explosión (como y cual sea) de una platea gozosa ante tanto derroche de nada.
Adaptación (otra y van...) cuyos responsables consideraron indispensable aludir al presidente argentino de 2017 (al eslogan que lo llevó a la Presidencia, para que quienes ahí estábamos entendiéramos que se hablaba de la corrupción de un alcalde infame). Presidente argentino a quien Gógol no conoció (por lo que creo que no habría de estar esa mención en el texto original), utilizada por los adaptadores para despertar el alborozo de 20 0 30 espectadores (que aplaudieron y rieron ante la evocación del lema del presidente Macri) y hundirnos al resto de esa nutrida platea en el fastidio y el malhumor.
Ánimo que se lo venía adobando mucho y tupido desde ese impensado (y no tanto) homenaje al teatro de Sofovich, Gerardo y otras exquisiteces que no quiero escribir.
Suárez (demasiado solo) hizo lo que pudo.
Otra pena que nos regala el Complejo Teatral de Buenos Aires que, creemos creer algunos, pasó por tiempos mejores.
29/10/2017 10:46por Horacio 271 Ninguna de todas las muchas expectativas que tuve al decir pasar por la experiencia fueron defraudadas: texto inteligente y dos actuaciones poderosas, ratificaron la feliz decisión de ver a Rissi y a Santoro, sacándose chispas en ese espacio teatral tan apropiado.
29/10/2017 10:43por Horacio 271 De cómo realizar una puesta de Edipo en pleno siglo XXI, sería la primera reflexión que me genera la inteligente y audaz propuesta, austera y eficiente, que ví anoche, sábado 28 de octubre, en el CCC, donde menos es más.
Muy buenas actuaciones de todo el elenco (con Darín y Vena, en ese orden, un escalón por encima) y muy eficaz uso del coro rapero que relata una tragedia que dice tanto y más.
16/09/2017 22:08por Horacio 271 '¡Aplaudan, putos!', exigió al cierre de la función del sábado 16, Diego Velázquez, quien desde antes de que empezara la función disfrutó de todo.
De una puesta (sellada a fuego por la divina Marilú) en la destartalada Sala Vehil (andamios, plásticos, perforadora, pedazos de parqué, mate y termo -pareciera- de quienes laburan en la puesta punto de ese ámbito), juegan con Velázquez que divierte y se divierte (saltando, bailando, cantando, vistiéndose, maquillándose a lo largo de toda la obra) actuando, en definitiva, un texto tan hondo, tan cínico.