31/10/2020 09:18por Ilda S 5 Me pareció interesante el tema, aunque, por momentos difícil seguir el argumento porque no se escuchaba bien, una pena... creo que es un esfuerzo loable en este tiempo seguir haciendo teatro. Eso vale mil y lo apoyo. Me gustaría tener acceso al texto para seguir mejor el argumento de la obra.
02/02/2020 10:48por Ilda L 5 Desde siempre, al menos desde muy antiguo, enterrar los cuerpos formó parte del patrimonio de lo humano. Por amor o por deseo de eternidad o por temor, o quizás para exorcizar el terror. Pero enterrar cuerpos no es silenciar sus voces, aunque se lo pretenda. Excelente muestra, excelente dirección, excelente el elenco, los músicos, las cantantes, el vestuario. Movimiento, dolor, clamor, demanda, el milagro del nacimiento, el grito del parto, todo estalla al final en un aplauso cerrado, cálido y cordial. gracias!!!
08/06/2019 11:51por Ilda S 5 Oh!!! excelente!!! La actuación, el gesto, la voz: casi siempre se escuchaba muy bien, no es usual en teatros chicos, indepedientes, (aunque a veces, pocas, algo inaudible). Me gustó la transmisión de una problemática antigua y siempre renovada y renovable en torno a la cuestión de la verdad, y agrego, de la creencia. Esa transmisión se produjo, en acto, al menos en mi caso, través de los cuerpos, a través de los gestos, a través del vestuario también, de la música, de los silencios, de las pausas, de los movimientos y rigideces jugados en el escenario. Pero entonces, ¿Qué es la verdad? ¿Es posible decirla toda? Y ¿el valor de la creencia? Los caminos en busca de la verdad verdadera pueden llevar a la peor de las locuras. Mentiras, plagios, falsedades ¿la verdad concierne a la verdad del texto o al escriba? A la puesta en valor de la problemática de la verdad -y de la creencia- jugó también el valor del escrito. Qué es escribir? simbolizar qué? qué pérdida? entre la ilusión de infinitud, y la finitud real se despliega el texto que es para recomendar! Y volver a ver para estudiar y reflexionar sobre el tema propuesto. En resumen: gracias!!!
20/08/2018 18:38por Ilda S 5 No es sencillo explicitar el golpe que la obra produjo en varias amigas y en mí. Además de decir, de la excelencia de la obra y de Erica Rivas, impresionante en sus desdoblamientos, los gestos, la mirada, su rostro diciendo sus pensares, sus fantasías y fantasmagorías entre los huecos abiertos entre palabras y no dichos. La puesta, el argumento pero sobre todo la voz, el gesto, el movimiento del cuerpo, mejor dicho las voces habitando sus cuerpos, mostrando el gesto, porque en Erica no sólo una, sino varios voces balbucean que una mujer no es unívoca, no es siempre igual, no es siempre la misma. Así que ahí, en el escenario, se desplegó qué de una mujer en la maternidad no edulcorada, qué de una mujer en la fantasía intensa y cruel, qué de la mujer en la rutina molesta y sin embargo agradecida por un instante porque el llamado rutinario también es un tope al malestar. Pero, este tope no permanece, es insuficiente y enseguida, surgen ambiguedades e inquietudes al entrever otro espacio, no lúdico sino real, como es real la vida misma, y los cuerpos disociados, fragmentados que la habitan y entonces, también siniestro por momentos.
Creo que la iluminación debiera repensarse, el telón de fondo reflejaba luces que no sólo no formaban parte del argumento sino que llamaban la atención (al menos así en mi caso) junto a un encandilamiento innesario, algo molesto, que provenía del escenario mismo. Respecto del texto, creo que hubo en el último tramo reiteraciones que, si bien no opacaron la actuación, incidieron en el sostén que desde el espectador es interesante sostener mientras dura la obra.
Interesante también el vestuario, sencillo, sutil y plegable a los pliegues del cuerpo, enmascarado por momentos, y en otros ofreciendo desnudeces bordeadas de goce y de intensos deseos que se trataría de no etiquetar, de no medicalizar. Pero...la internación acerca sus paredes más allá del bosque en el que las fantasías toman vuelo.