Pasajero en Tránsito

La obra tiene su punto de partida en un Andén de una estación de trenes, a mediados de los ochenta del siglo pasado, en un principio contemplamos a un pasajero, Ariel, que espera su tren. Al poco tiempo, la voz de la estación informa una demora imprevista en el tren que Ariel espera. En ese mismo instante llega a la estación Omar, otro pasajero, casualmente víctima del mismo retraso. Paulatinamente inician un vínculo favorecidos por la indignación que los involucra, pero las personalidades de ambos no parecen ser muy compatibles para mantener una amena conversación de banco de estación. Así y todo, uno de ellos irá percutiendo en la insistencia, tensando el dialogo hasta el absurdo utilizando todos los recursos a su disposición y así alcanzar, quizá, una situación final inesperada. Entre los temas que uno de los personajes intentará imponer podremos encontrar aquellos que van desde de la naturaleza del amor romántico hasta lo inexorable de la pasión incontenible hasta limites impensados, los presuntos enemigos interiores de cada uno y de la necesidad de venganza como única justicia reparadora.