Hernán Butterfly

En un taller de dramaturgia, un alumno despierta la incomodidad con sus escritos repetitivos. A medida que el profesor intenta guiarlo hacia una corrección constructiva, se enfrenta a una compulsión incontrolable por parte del alumno, desatando un conflicto que desafía los límites de la creatividad y la enseñanza. ¿Podrá el profesor contener la obsesión del alumno antes de que consuma su propio proceso creativo?