La belleza de los condenados

"La Belleza de los Condenados", fue creada en un proceso de dramaturgia actoral de un año y medio de trabajo ininterrumpido. La búsqueda constante de un lenguaje dramático, visual, literario y musical a través de la experimentación, llevó a GUARDALACHAPA a encontrar una metodología de trabajo propia y una estética de marcada identidad.

La esfera…
Cada punto de la esfera se une al otro en una leve curva, y este a otro y este a otro…
Todos los puntos de la esfera se acodan unos a otros convirtiendo al mágico objeto en un solo universo. Sin embargo, no hay dos puntos en el mismo plano…
El tiempo avanza a cada segundo inevitablemente. El espacio nunca es el mismo espacio, y sin embargo todo se halla allí, en el mismo lugar y en el mismo punto.
El lugar único en donde todo ocurre. El instante único de la eternidad.
La unidad absoluta de todos los objetos… La multiplicidad más infinita de cada cosa.
Los personajes mutan en otros como puntos que resbalan de la esfera.
Todos los personajes conforman el mismo ser. El ser único que se desdobla en todos los otros seres. El tiempo no transcurre porque todo lo ocurrido se halla en el mismo instante. El espacio es infinito, todos los espacios del universo son el mismo espacio, un espacio sin límites.
"El intestino empieza en la boca", y es exactamente allí donde termina.
El intestino de cada uno de nosotros, el intestino de todos nosotros, el único intestino del mundo. Comienza y termina allí, en ese agujero donde todo se dice y todo se calla, donde se grita, se habla, se besa, se come, se vomita y se asfixia.
Todo comienza allí… En el agujero que nos lleva a un interior de vacío. Ese agujero por donde se filtran los vidriosos resabios de la angustia. Allí, desde donde abrimos y desde donde cerramos. El punto en el que respiramos por primera y última vez… donde respiramos por única vez, la única respiración de nuestra vida…
El único instante en donde existimos.
El único punto en el que somos.
El único punto de toda la esfera, o sea, todos.