y otros cuentos (sin princesitas) de la Zona Oriental
Ingrid luciano, guionista de la obra, señala que una de las motivaciones de Teatro Divergente es buscar cuentos de distintas tradiciones y adaptarlos a nuestra cultura e idiosincrasia. En esta ocasión mostramos personajes femeninos protagónicos, fuertes, con inteligencia y gracia que aportan nuevos referentes para las niñas y adultas. De igual modo, los niños y hombres adultos podrán tener en su imaginario referentes de mujeres como iguales.
Por su parte, Tomás Rubio explica que ANA y La LUNA no es un espectáculo de cuentos sino una obra de teatro con una trama muy divertida donde los personajes cuentan cuentos al hilo de lo que va sucediendo. Así rescatamos la tradición del cuento cuando formaba parte de las conversaciones y la vida cotidiana de los niños y las personas adultas.
Y eso es algo que caracteriza a Teatro Divergente, que en sus obras se la pasan igual de bien el público de todas las edades.
Sinopsis:
La actriz de la obra está tarde. Mientras tanto sus asistentes cuentan cuentos
al público que son más emocionantes que los cuentos que hace la actriz, que
aburren y solo hablan de princesitas . En las historias que hacen los asistentes
los personajes femeninos son protagonistas de ingeniosas hazañas ante los
poderosos que las pretenden engañar.