Los pasillos y halls de los tribunales suelen presentar una de las arquitecturas más impresionantes de la ciudad. Enormes construcciones de piedra y molduras recrean un escenario intimidante en el que el acusado se siente constreñido y culpable desde el momento mismo en que ingresa a la sala del juzgado. El tamaño del lugar, su furia arquitectónica y su acústica resonante recuerda a una iglesia o catedral. Aquí, donde a diario cientos de acusados, abogados, fiscales, jueces y visitantes corretean por los pasillos para llegar a tiempo a sus citas y reinterpretar la ley en cada caso, Christian García pone en escena un coro de cantantes amateur que cantan a capella obras litúrgicas renacentistas mezcladas con relatos de juicios. La tradición eclesiástica del canto coral se encuentra aquí con una institución en mayor o menor medida secular.
- Este espectáculo formó parte del espectáculo: Ciudades Paralelas - Tour 3