26/07/2002 12:25 Carlos B Es una obra maravillosa. Pasé un muy buen momento y desde que la ví me quedé reflexionando sobre las situaciones que se van sucediendo durante su desarrollo, y por detrás de un texto que parece simple y que utiliza estereotipos clásicos se tratan temas que tienen que ver con el permanente drama de la comedia humana, el bie l mal, el poder, el amor, el buen amor y el mal amor, la sexualidad como herramienta de dominación.
Hay dos situaciones que me parecen situarse en el pico de las situaciones dramáticas -que como público uno lo sitúa en el terreno de la comedia, porque sino sería insoportable- la escena de la mecedora, donde transcurre una figurada fellatio por parte del personaje de Amelia -la administradora del edificio- al personaje que parece detentar el poder , un estanciero parásito llamado Arriaga, y este acto de alta significancia erótica se da delante del novio de ella. Con toda la carga que esta situación tiene para un hombre, en términos de humillación.
La otra escena que me impresionó es la frialdad que muestra el personaje de la dama millonaria, estilo femme fatal de los años cincuenta, al tener arrodillado frente a sí al personaje que durante toda la obra se mostró seguro de sí y en tono conquistador, a quien le sumerge en dos ocasiones la nariz dentro de su vestido como muestra del triunfo absoluto de su sexualidad como herramienta de poder y de disputa, a quien luego le enrrostra el rosario como símbolo de una hipocresía que la hace ondular entre lo sublime y lo despreciable. Sin expresarlo muestra el reinado de la impunidad desde el poder en una muestra de dos poses físicas, ella rubia, distante, erguida con atuendo de ir a misa, él desencajado, despeinad, atrapado en un laberinto de instintos que la razón no puede controlar.
La obra, no sé si de manera conciente, es una metáfora muy fina acerca de la corrupción, de la contradicción entre las apariencias y los dichos de los protagonistas, la impunidad, el poder a ser conquistado de manera maquiavélica, lo que me parece un retrato de la Argentina contemporánea.
Actuaciones sorprendentes, a pesar de que no son conocidos a nivel general, de Polledo y Jorge Prado que manejan las situaciones de sadismo el primero, y el dificil papel del humillado el segundo, con gran manejo de los tiempos. Y por otro lado el papel de los roles femeninos que compiten entre ellas para luego complementarse en una trama obscura y enigmática. Ana Livingston maneja la situación que describí de cuando va a misa humillando a otro ser humano, con una frialdad y una demostración de la mala utilización del poder que es asombrosa para una actriz tan joven, donde además debe destacarse el juego de miradas que sostiene todo el tiempo llenando de enigmas todas las situaciones. Y por último destaco la actuación de Laura Cuffini por el manejo del cuerpo, la minuciosidad de los movimientos, el magnifico uso de la voz, desde los tonos inocentes del principio hasta las tonalidades imperativas e imponentes del final marcando una transformación sobresaliente. Maneja además muy bien las situaciones de comedia y logra a traves del despliegue físico llegar a hacer notar una confrontación erótica por el poder frente a la belleza natural de Ana Livingston.
Es para verla más de una vez, porque cuanto más reflexiono sobre ella, más nuevos elementos aparecen. Carlos
19/07/2002 18:00 Marcelo F Bueno desde ya me parese importante tener un lugar de poder dar las opiniones y criticas de una obra de teatro.
la obra me somprendi y yo esperava otra cosa la verda que es muy buena esta bueno tambien porque esta hecha con poco recursos y la verdeda que en este momento pensar una obra asi es bastante dificil, los actores son buenos, me parece como que en un momento sobre el final da buelta sobre lo mismo y la hace toque larga. la obra realmete es buena y los actores se pasan es comica por momentos fuerte y esa combinasion me gusta.
Quiero felizitar a todos los que componen la obra porque realizar algo asi lleva tienpo y dedicasion, realmente muy buena .
Marcelo Fucchi
18/07/2002 12:01 Ramon F Este es un comentario sobre la obra de teatro "El Rey, las damas y el peon"
Es una obra que toma una perspectiva del cine negro, con los personajes de un investigador
estereotipado y una dama fatal que intenta corromper a los sujetos humanos que se acercan a sus
tramas corruptas, donde no pasan desapercibidos, viejos baluartes humanos como el sexo,
la religion y el poder vinculados a ellos.
El personaje del abogado, Parisi, viene a representar la mejor tradicion de un personaje de Dostoievski,
por ej. Crimen y Castigo, donde el asesinato es una forma de purificacion de la corrupcion humana; una etica para
tramitar este tipo de practicas de poder.
La obra a mi entender esta muy bien dosificada en cuanto a los relatos, las actuaciones y la duracion de las escenas. Al
igual que el humor, la eroticidad y el dramatismo que alcanza la obra en diferentes momentos
Tambien es para destacar la doble perspectiva de la locura humana, tanto desde la vision de aquel que la vincula con la
perversion y el ejercicio del poder, como aquel que la sufre con el deterioro de la sumision de su existencia.
En fin, una excelente obra donde se conjugan una serie perspectivas.
Ramon Fanelli
26/05/2002 17:32 Ana M 10 Un texto y una puesta de asombro, camina todo el tiempo alrededor de situaciones absurdas, pero nunca caen en el ridículo. Los diálogos que parecen por momentos no decir nada y por momentos decir mucho, juegan al contexto general de la obra. Las actuaciones son muy buenas. Hacía tiempo que no veía una historia con tanto vuelo imaginativo.
Ana María
17/05/2002 21:36 Marcelo Excelente. Un texto lleno de recovecos que no apela en ningún momento ni al humor fácil ni a los golpes bajos, a pesar de que el tema de victima-victimario se presta para hacerlo, sino que por momentos es una metáfora de la política nacional y por momentos parece reflejar las formas de relacionarse en esta etapa postmoderna. Muy buenas las actuaciones, sobresalen la monstruosa transformación de Polledo y su duelo con Prado, y la dualidad entre la belleza de Livingston y los rostros polifacéticos que muestra Laura Cuffini.
MARCELO
16/05/2002 00:57 Victoria R Excelente texto combinando enredos, miserias humanas, toques de humor cáustico, y con una puesta admirable por el aprovechamiento del espacio al máximo por lo reducido del escenario donde se pasan con gran dinamismo de una situación a otra. Escenografía y vestuario muy bien seleccionados. Las actuaciones me atraparon, especialmente la de Laura Cuffini por un manejo envidiable del cuerpo y las modulaciones vocales, y el manejo de los tiempos para meter los bocadillos de comedia con gracia.
VICTORIA
03/05/2002 21:15 Vanesa S La obra me pareció muy buena, su contenido de humor negro me a hecho reir bastante. Con respecto a los actores me parece que sobresalen las actuaciones de Jorge Prado y Laura Cufini, porque van sufriendo diferentes transformaciones en sus personalidades; tambien me parecio buena la actuacion del inspector, quien le da un contenido policial.
VANESA.-