02/12/2012 08:58 Pablo M 37 Hay cosas de las que es difícil reírse, como la violencia familiar. Cuesta separar el hecho de interpretar a un personaje violento y avalar con la risa. Por momentos eso da mucha risa; por otros, el público era muy inteligente como para saber esperar.
La parte 'más clown' fue desopilante. Muy buena. Fuerte. Diría artaudiana, si me permiten... muy 'urdampilletesca' (especialmente en uno de los actores, en su habla), y por eso muy under, de un estilo que hacía un tiempo no se veía; 'ochentosa' en el mejor de los sentidos.
11/11/2012 13:16 Gabriela 2 La obra conjuga dos aspectos muy característicos de nuestro tiempo: la angustia y la fascinación. Este cruce pone en evidencia la contradicción moderna que atraviesa al sujeto y lo coloca en un lugar complejo frente a la vida cotidiana. La obra claramente se dirige a un espectador/individuo que lucha entre esos dos aspectos y en esa división la tragedia como género es el mejor concepto para colocar el problema de nuestras sociedades. La angustia del hombre frente a un mundo al que no puede dominar y por su contrario, lo domina a él.