13/09/2010 19:34 Ricardo E Después de admirar Estado de Ira quise ver todo lo que Ciro Zorzoli estaba proponiendo, y así encontré esta joya que es Exhibición y Desfile: un ejercicio para los actores y al mismo tiempo un aprendizaje para los espectadores.
No es fácil conseguir entradas porque sólo hay (muy cómodas) 35 sillas en un "teatro" poco convencional en Chacarita, a las 4 de la tarde de un domingo. Las entradas se reservan solamente por mail.
Coincido que sigue el lineamiento de Ars Higiénica, aunque en este grupo no hay ningún actor de La Fronda (algunos están representando Absentha), pero sin la carga dramática de aquella. Exhibición es una constante demostración de talento, destreza y acercamiento a la muy difícil profesión de actor; y al mismo tiempo una admiración por la persona que estamos viendo tan cerca nuestro. A pesar de la premeditada actitud de Diego Velezquez y Paola Barrientos (dos de los grandes) de "ser otros".
Es necesario que veamos otros Zorzolis. Aquaman y su temática están tan vigentes ahora -con la aparición de tantos nuevos héroes políticos y mediáticos- que sería
indispensable su reposición.
22/08/2010 13:59 Natalia F 56 "Casi todo me atrae. Sin embargo se alberga en mí algún buscador infatigable. ¿Por qué no hay un descubrimiento de la vida? Algo para ponerle las manos encima y exclamar: "¿Es esto?" Mi depresión es un sentirme acosada. Estoy buscando: pero no, no es eso… no es eso. ¿Qué es entonces? ¿Tendré que morir sin haberlo encontrado? (…) No es exactamente la belleza a lo que me refiero. Quiero decir que la cosa en sí basta: es satisfactoria; acabada. También una impresión de mi propia rareza, de la rareza de estar caminando sobre la tierra. También está ahí, la infinita extrañeza de la posición humana (…) quién soy yo, qué soy, y todo el resto; preguntas que siempre flotan en torno (…) Y así continúa. Suelo toparme frecuentemente con este "eso", y experimento entonces un gran reposo.” Virginia Woolf
“Exhibición y Desfile” es teatro de vanguardia; sí. Investiga, explora, prueba, reflexiona sobre la escena desde la escena, sobre el actor desde el actor, sobre el espectador con el espectador. Exhibe a través de un orden riguroso (profesional y divertido también), tributando honores e indignidades-de allí el desfile-del quehacer teatral. Lo hace obstinada y fanáticamente. La palabra está-meritoriamente-subordinada a su propia representación. Un ensayo que roza la forma de una parodia sobre el teatro moderno; sus técnicas, que son órdenes, que son intentos por recrear situaciones y sentimientos de lo cotidiano y de lo humano. ¿Qué sino? Cada ejercicio, que es cada acción o cada exhibición, plantea la reflexión (éxito o fracaso, verdad o mentira, admiración u objeción) sobre el signo escénico que intenta ser (y paradójicamente “es”) representado. Actuar y espectar/juzgar (se) en la misma acción (¿es posible?). Contar la actuación desde el mismísimo hecho teatral; dialogar con sus partes, con el proceso, y con el resultado. Denunciar la curiosidad insaciable del actor, su sensibilidad, su disponibilidad y entrega, y su capacidad de tropezarse-y con necedad volver a levantarse-con las limitaciones del talento o la construcción del mismo, oponiendo a tales fines lo real y lo posible; esa delgada línea entre ficción y realidad que las artes escénicas se especializan en desdibujar o cuyo abordaje-parece-se impone infinito (causa y efecto de la inevitable y permanente experimentación). Fantástica propuesta. Interesante, y sobre todo inteligente; de la mera contemplación a la ponderación devenida en razón para seguir actuando, esta obra rescata el entusiasmo de la búsqueda, una suerte de excusa, digo yo, para desconfiar-creer o reventar-de la tarea del actor, de su estereotipo, de su lugar en el imaginario social y de su tránsito en el escenario. El privilegio de tamaños actores (y la austeridad-precisión-escenográfica y sonora) facilita enormemente nuestra tarea; nos seduce; nos recuerda lo maravilloso de la creación, y nos obliga a elogiar a sus hacedores. Agradecerles por encontrar-y generosamente hacer público-algo de “eso”. Aquí mi intento de nombrarlo.
19/08/2010 08:56 Gonzalo 21 Que buena obra, otra muy buena opción de Domingo. Me hizo acordar mucho a Ars Higiénica, pero esta vez sobre la actuación. Son nueve actores, más un invitado (a mi me toco el capo de Emilio Reyes).
Aca juegan con el límite entre la persona, el actor y la técnica. Una vieja grabación de ejercicios de actuacion marca los tiempo de esta exhibicion, como en Ars lo hacia el manual de buenas costumbres.
Me encantó Cecilia Meijide, Rosita, ya la veo trabajando con Veronese o León.
El teatro el Perro fué una muy buen elección, ideal para despues de la obra darse una vueltita por la feria de Chacarita que esta a unas cuadras. Exitos