16/12/2024 12:02por Andrés 5 Celebro la vuelta de este género grotesco a los escenarios porteños!! Además, han incorporado al género novedades que da gusto experimentar! Se va a reír, pasar un buen momento y también reflexionar sobre la actual cultura popular. No se la pierdan, ideal como regalo para estas fiestas!!
12/05/2024 19:07por Andrés 5 ¡Una audaz y original puesta en escena! Los fuertes deseos de las mujeres que habitan la casa están tan reprimidos como exteriorizados. De lo primero se encargan Bernarda en una magnífica composición del personaje, los sufrimientos de sus hijas con caracterizaciones enternecedoras, las contradicciones de una Poncia graciosa y temible a la vez y una atmósfera agobiante mediante música, vestuario y una utilización de la sala que hace ingresar al espectador en un mundo tortuoso. Pero no todo allí es asfixiante, pecaminoso y perturbador. En cuanto a lo segundo, y esto es creo la gran originalidad a la que me refería, se encargan jóvenes completamente desnudos con contorsiones corporales muy logradas envolviendo a las mujeres y desafiándolas a romper esa represión, que sólo una lo logra, pero que tendrá la consecuencia societal llevada adelante por su madre sin titubeos y con la necesidad de cumplir con su deber para no quebrantar la opaca armonía tradicional.
Si la primera patria de García Lorca fue su amada España, donde aceptó vivir y encontrar la muerte por la intolerancia de un país que se comenzaba a resquebrajar, esta compañía teatral confirma una vez más y con creces que la segunda es la escena porteña, donde él mismo dirigió sus obras a principios del siglo XX y dejó un legado y un gusto por lo sublime que los porteños supimos aprovechar. Así, pese a que a Buñel y a Dalí le hubiera molestado, aquel "chien andalou" vive en esta composición teatral como le hubiera gustado: disruptiva y originalmente. ¡No se la pierdan!
16/09/2018 20:14por Andrés D 5 El texto de Mizrahi navega por la zonas más remotas, pero más significativas, del pensamiento oculto de cierta clase media argentina. Emiliano Diaz encarna una subjetividad agotada con recursos actorales destacables. El director conjuga estos talentos con gran maestría. Sin duda, una obra no solo para runners.