18/11/2024 09:06por Carlos 34 Me gustó la obra. Paso a paso, la maestra recorre cada escalón de la tragedia y sus sobrevivientes, con diálogos y pistas falsas que van develando vínculos y culpas. Cada actor calza justo con su personaje, en una puesta muy bien diseñada. Deja pensando, hay que atar hilos para reunir los pedazos. Así y todo, el círculo nunca se cierra del todo, siempre quedan cosas inexplicadas, puertas que no se abren. Vayan.
14/10/2024 10:07por Carlos 34 Me enfrento a una contradicción al escribir esta devolución sobre Stefano. Por un lado, me ha parecido una puesta extraordinariamente buena: las actuaciones, la escenografía, el vestuario, el sonido, la iluminación son 100% profesionales, de un nivel y homogeneidad excelentes. Por el otro, el texto, la oba en sí, me pareció completamente anacrónico y sin potencia dramática. Stefano, el protagonista, en su agonía sin fin, es apenas el destinatario del resentimiento de los otros. No tiene estatura, no tiene fuerza. Apenas sabe hundirse para prolongar su dolor, pero no se aferra a su pasión por el arte, por la música, por la ópera como balance ante su fracaso en lo material/económico. Eso lo desequillibra, lo debilita, y con ese tropiezo del protagonista, se arrastra al conjunto a un concurso permanente de humillación contra el líder derrotado. Casi ninguno de los otros personajes se hace cargo de su propio destino: ni los padres (engañados, dicen, pero no es cierto, a lo sumo convencidos por el sueño del hijo, pero no engañados ni mucho menos forzados a dejar Italia), ni la esposa (ha tenido siete hijos con Stefano, ¿nunca hubo amor? ¿no hay recuerdos gratos? No, hay sólo placer en hundirse con su esposo, en recordar al pequeño muerto, en verlo caer y sufrir con él), ni la hija (que apenas sabe angustiarse, pero nunca busca salirse de su rol de ayudante lacrimosa, nunca piensa), ni el hijo poeta (que se evade, que se calla, que nunca toca a su padre para no traicionar a la herida madre). Hay dos personajes, sin embargo, que tratan de compensar la balanza, pero no es suficiente: el hijo enfermo, que en su desvarío observa al padre con amor, pero no tiene crédito, y se duerme al final junto con los otros; Pastore, que respeta y ayuda a Stefano, pero no es capaz de conmoverlo para que crea en sí mismo. En fin, al bajarse el telón y mirar el saludo de los actores, por un lado sentí gratitud por tanta entrega y oficio. Pero por el otro, percibí (todavía sin razonarlo), que el drama recién cerrado no me había involucrado. En suma, que Stefano no había cobrado vida, sino solamente dolor. Pero la extraña, la inefable experiencia humana, es mucho más que solamente dolor. Porque con dolor y únicamente dolor, no es posible cruzar un océano, abandonar una lengua, conquistar a una bella mujer, convocar a los padres a una epopeya, montar un hogar, criar a siete hijos, integrar una orquesta y enseñar a discípulos. Hay sueños que se abandonan, fortunas que se escapan, pero así y todo existen una vida y amores construidos.
09/07/2024 20:10por Carlos 34 Me gustó la obra. Tumultuosa, coral, mezcla de costumbrismo y absurdo, presenta al peronismo como una religión laica, rodeada de creyentes, herejes y milagros. Pero no hay hombres nuevos al estilo soviético, apenas familias en disputa. Resuena el doble verla en 2024, con los payasos peligrosos en el poder y todos los seres pensantes preguntándonos cómo pasamos del peronismo a esta catástrofe pasajera... En fin, una experiencia estimulante, alegre, generadora de ideas.
18/05/2024 11:31por Carlos 34 Interesante. Un reencuentro con mucha historia, muchos cruces, muchas cosas que se revelan. Cinco actores en escena todo el tiempo, en una puesta muy bien hecha. La recomiendo.
02/05/2024 08:52por Carlos 34 Una obra hecha con profesionalidad: tanto las actuaciones como la puesta en escena, la iluminación, el sonido y la escenografía, todo está realizado con un gran nivel. El problema es el texto: el conflicto no es claro. La información de contexto del inicio, con la noticia sobre el sádico ataque a dos hombres en situación de calle, quiere dar cuenta del mundo atroz que rodea a los personajes. Pero luego el desvarío prevalece, y el conflicto retrocede hasta perderse de vista. ¿Cuál es el hilo, hacia dónde avanza el vínculo entre ellos y el odio que una parte de la sociedad les tiene? No se entiende. No progresa. La tensión se olvida, y todo es un transcurrir de recuerdos, sensaciones, ritos. La presentación de la obra, que se pregunta doblemente : "¿Cómo llegamos los seres humanos a hacernos carne de batallas que, quizás, nos son ajenas?; ¿qué es lo que se requiere para que lleguemos a defenderlas con nuestra propia vida?" es una promesa que nunca se cumple. La infomación de contexto se repite al final, y los dos personajes vuelven a velar sus armas, sin cambios. ¿Se inspira en Godot? Quizás, pero la diferencia es que el espectador no sale esta vez de la sala con nuevas preguntas.
07/04/2024 15:08por Carlos 34 Una obra con muchísimos pliegues. Por un lado, es una comedia absurda, dónde toda la situación es un disparate y los personajes despliegan sus locuras y su humor físico. Por el otro, es una inmensa parodia sobre el teatro serio y sobre el submundo de los estudiantes y talleres de teatro. Pero además hay lugar para que cada personaje (en especial los tres alumnos) se salgan por un rato de estos códigos y dejen ver algunas hilachas mucho más hondas, aunque sin abandonar el disfraz cómico que nos alivia. El papel de la música y del actor-pianista es otra gran clave, como una suerte de Pirandello que no solo da vida sino que también dialoga con sus creaciones. Además, la invasion a la platea, la burla a la comedia musical, los momentos tangueros, el baile tropical, la burla a la educación y sus instituciones... No sé puede dejar de ver. Una fiesta.
11/03/2024 08:56por Carlos 34 Me gustó. Buenas actuaciones, buena escenografía, bien el texto, bien la intención de unir la vida de Callas con sus papeles operísticos. El cierre me pareció más cercano a una comedia musical que a una ópera.