Opiniones de MAXIMILIANO

  • Holter

    21/08/2024 20:09 por MAXIMILIANO 51
    Escrita por Martín Seefeld, en colaboración con Sebastián Meschengieser y Sol Levinton, "Holter" se manifiesta como una profunda reflexión sobre las cosas que realmente importan en la vida, proveyendo una mirada sincera y sensible hacia los vínculos familiares y su evolución a lo largo del tiempo.

    Con loable nobleza, la obra nos anima a equilibrar corazón, inteligencia y conciencia, sorteando el desafío de conectar con lo primal en tiempos de innecesaria hiper estimulación. Un par de palabras únicamente hacen falta para acompañarnos durante la velada: humor y amor se encuentran apenas separados por un par de letras. Somos partícipes de un auténtico carrusel de emociones, a medida que la pieza concatena reflexiones acerca de la convivencia, los miedos, los logros, la toxicidad de las relaciones y las cuentas pendientes de nuestra existencia.

    Esperanzador, un brillante Seefeld monologa, interpretando a un hombre de mediana que aborda la actual etapa de su vida plagado de conflictos. Hipocondríaco por naturaleza y especialista en hacerse la cabeza, Fernando busca enderezar el rumbo antes que sea demasiado tarde. ¿Qué es un día normal? se pregunta el aplicado paciente, mientras intenta no sucumbir a la rutina. El músculo que late produce emociones que no traicionan, y, de tanto en tanto, ocurren esas rachas en las que uno siente que no está pudiendo fluir. Más pronto que tarde, la noción sobre la propia muerte activará las alarmas: es hora de deconstruirse.

    Al fin, todos somos un poco hijos del rigor, dañando al cuerpo durante la primera mitad de la vida para intentar sanarlo en la segunda. Así es como el protagonista revisa sus deberes de padre y sus frustraciones como marido. ¿Cuáles son los verdaderos enemigos de la armonía bajo el techo familiar? Tal vez, todo se explique del modo más fácil posible, confiando a quien damos la espalda al dormir todas las noches. Finalmente, el corazón delator reconoce que la mayor parte del tiempo ya no está por delante: comprendemos que la vida es un regalo y tan solo debemos aprovechar el momento presente.

    En "Holter", emotivos pasajes a menudo romperán la cuarta pared, con miras a despertar tanto la nostalgia y los recuerdos del hijo que fuimos en la niñez, como la, a menudo, infructuosa búsqueda de la sabiduría necesaria para ser un buen padre o compañero de vida. De impecable participación, dos dúctiles actores como Joaquín Bonamico y Carolina Solari interpretan, respectivamente, a diversos personajes de permanente interacción, durante un recorrido que se extiende por casi hora y media. Por su parte, música, coreografías de baile y un esmerado trabajo de iluminación resultan elementos que otorgan suficiente belleza y connotación a una obra concebida a corazón abierto.

    Sobresaliente texto que nos interpela en la búsqueda de respuestas, "Holter" ilumina el costado sanador de mirarse al espejo de las propias incertidumbres. Tomamos nota, solo se trata de vivir el instante presente y celebrar cada minuto de respiración, hallando el disfrute y el asombro en los espacios más cotidianos y recurrentes. Experiencia teatral impostergable, habla directo a nuestro corazón.
  • Matar a mamá

    21/08/2024 20:09 por MAXIMILIANO 51
    En cartel los días viernes, sábados y domingos en el Teatro Politeama, el reciente estreno "Matar a Mamá" reúne a Paula Ransenberg, en calidad de directora, y Laura Oliva, en calidad de autora, para un nuevo proyecto teatral, luego de compartir juntas el éxito de "Laponia" y "Para Mí, Para Vos". En el presente texto, Oliva retorna a indagar en el vínculo maternal, luego de la celebrada "El Recurso de Amparo", y lo hace bajo una fórmula que mixtura ternura, humor y profunda reflexión, con miras a indagar en la conflictiva relación entre dos hermanas y su madre.

    Dolores y María, hermanas con características personalmente marcadamente opuestas, descubren que su madre, incipiente influencer, viraliza monólogos en YouTube con la asistencia de su nieto, develando detalles íntimos que se vuelven públicos. En última instancia, mamá se justificará: lo hace porque puede. Dicho punto de partida se convierte en instrumento para indagar en el poder de las redes en tiempos de hiper conexión y casi nula invisibilidad, generadora continua de espacios de expresión de completa exposición. La percepción del prójimo se deforma a un click de distancia; ¿cómo nos ven los demás y cuánto nos importa su opinión? Y lo que es peor aún, ¿cómo se vive sabiendo lo que todo el mundo opina de uno?

    "Matar a Mamá" se crece más y más al momento de visibilizar la falta de comunicación imperante, así como la exigua capacidad de escuchar a nuestro semejante bajo una serie de interrogantes que continúan interpelándonos una vez finalizada la función: ¿cuánto conocemos realmente a nuestros afectos? ¿cuánto nos cuesta cumplir con las expectativas de aquellos a quienes no desearíamos defraudar? Las hermanas, ahora cómplices, deberán confabularse, y el hecho pondrá en evidencia la fragilidad y sumisión existentes en el vínculo materno filial. Es hora de poner en palabras aquello de lo que, hasta este momento, no se habló bajo el techo de casa. Ransenberg dirige con gran acierto y talento a un notable trío actoral, compuesto por Florencia Raggi, Inés Estévez y María Rosa Fugazot, intérpretes con múltiples recursos a la hora de dar vida a este complejo triángulo vincular.
  • Perdida mente 11

    13/08/2024 20:04 por MAXIMILIANO 51
    El siempre vanguardista José María Muscari aborda la temática del Alzheimer desde una perspectiva infrecuente en nuestra escena, efectiva en contagiar su desbordante humor y estimular la reflexión.
    “Perdida Mente” explora un amplio abanico de emociones, colocando el punto de atención en la vulnerabilidad de nuestra condición humana y el sentido de saber hacer memoria. Concebida desde el concepto de la neurociencia y haciendo hincapié el deterioro cognitivo que produce la enfermedad,” indaga en interrogantes respecto al funcionamiento de nuestro cerebro, la forma en que las emociones afectan en lo cotidiano y la cantidad de obstáculos que intervienen al momento de intentar colocar a la mente en off.
    Muscari cumple labores de autoría junto a su habitual colaboradora Mariela Asensio, colocando especial interés en la fuerza de los diálogos, bajo una luminosa mirada en común en la que prima el sentido de esperanza y la sanación de los lazos afectivos. Con un ojo puesto en las últimas noticias de actualidad política, la dupla, asimismo, improvisa sobre la realidad que nos atraviesa, con su habitual agudeza y mordacidad. El enfoque proferido nos permite dialogar con reconocibles miserias, al tiempo que pone de manifiesto la exigua capacidad de empatía del quinteto protagonista. Verdades sin filtro son pronunciadas sin el más mínimo reparo, dejando en evidencia conveniencias y apariencias que ilustran lo ético de ciertas acciones y los intereses imperantes en relación a lo material.
    Vestuario y música se convierten en dos valores fundamentales de una obra que posee el singular hallazgo de reunir sobre el escenario a dos de las mejores actrices de su generación: Leonor Benedetto y Ana María Picchio, acompañadas de un trío de intérpretes sensacionales como Ileana Calabró, Emilia Mazer y Mirta Wons. Una vez más, los elencos conformados por excepcionales mujeres se convierten en notable rasgo autoral, atravesando la etapa más temprana de Muscari, desde “Criaturas en las Sombras”, hasta llegar a posteriores incursiones como “La Casa de Bernarda Alba”, “Extinguidas”, “Falladas” o “Derechas”.
  • El sonido 99

    08/08/2024 19:26 por MAXIMILIANO 51
    Javier Daulte, figura preponderante de nuestro teatro y dueño de una notable capacidad para abordar con idéntico éxito y acierto tanto el terreno comercial (“Me Gusta”, “Las irresponsables”) como el independiente (“4D Óptico”, “Automáticos”), nos sorprende gratamente con su nueva creación: “El Sonido”, estrenada en Espacio Callejón, durante el pasado año. Una noticia leída en los diarios llamó profundamente la atención del dramaturgo, actuando como disparador para su imaginación: cada uno de los sonidos alguna vez emitidos en el planeta quedan impactados en una película de la atmósfera, haciendo necesaria la más alta tecnología a fin de recuperar una auténtica grabación de la historia de la humanidad.
    El devenir de los acontecimientos desarrolla la teoría del sonido con suma originalidad, mientras indudables marcas de autor reflejan planos coexistentes, en medio de un panorama que remite a la ciencia ficción, incorporando conflictos vinculares amorosos y tramas de poder. En “El Sonido”, lo científico y lo sobrenatural confluyen para demostrarnos que lo esencial sigue siendo invisible: con una escenografía completamente despojada, debemos imaginarnos los espacios en donde las historias transcurren y se entrecruzan, al tiempo que los actores realizan, con enorme precisión y recurriendo a toda clase de objetos, la reproducción manual y vocal de los sonidos correspondientes a las diversas situaciones que van ocurriendo. Pura magia teatral.
    Divertida y dramática a la vez, la obra crece, se complejiza y fluye en diversos planos y niveles, colocando el lenguaje en tensión, en pos de atrapar verdades -a priori- inasibles. Elemento central del conflicto, la nostalgia y los recuerdos se harán eco cuando la voz de un ser querido parece llamarnos desde el más allá. Una vez instalado el toque fantástico, todo pareciera reducirse a una cuestión de percepción: sorderas y traducciones dudosas generan el chiste inmediato. No obstante, la verdad que no queremos escuchar podría ser la que llegue, finalmente, a nuestros oídos. En tiempos donde los estímulos sonoros le ganan la pulseada al silencio y la reflexión, un concepto de moda como la ‘posverdad’ emerge, manipulando creencias y relatos. Con mirada panorámica a nuestro alrededor, bien vale cuestionarse si creemos, o no, en lo que se nos está informando. ¿Qué entendemos por realidad y qué por ficción?
    Daulte, quien nuevamente asume roles de dramaturgia y dirección, cuenta con el talento de un magnífico elenco, parte de una compañía teatral con la que había previamente trabajo, en otro recordado proyecto como “Luz Testigo”. Así es como sobre el escenario se lucen -en lo individual y colectivo- Ramiro Delgado, Luciana Grasso, Silvina Katz, Paula Manzone, Agustín Meneses, Marcelo Pozzi, William Prociuk y Valeria Camino (en reemplazo de María Villar).
  • Sexágono 20

    22/07/2024 23:26 por MAXIMILIANO 51

    El inagotable Norman Briski regresa a la cartelera de su noble reducto de formación actoral y exhibición de obras en Teatro Calibán con la reciente puesta “Sexágono”, un texto que encara la complejidad que encierran la inestabilidad de amores licuados, inmersos en la hiperconectividad y la posmodernidad, evitando caer en lo trillado del asunto. Al rescate de una necesaria toma conciencia sobre la condición humana, y poniendo el acento en las apariencias sin resultar en absoluto literal, nos sitúa en un futuro próximo de coordenadas inexactas; un tiempo de mandatos, protocolos y órdenes que auto programan la propia finitud. El dilema reside en si hacerse humo o hacerse líquido.
    Briski, en labores de dramaturgia y dirección, se sitúa en latitudes espacio-temporales dignas del género sci-fi, describiendo a seres ¿humanos? con cualidades y aptitudes de supervivencia ciertamente especiales. En lo que podría ser una continuación conceptual de su inmediato anterior trabajo, “Sobre el Hilo”, el autor persigue la mecánica singularidad de sus peculiares criaturas, deslizándose a través de los dobleces -lubricados mecanismos de engranajes- de una intrincada historia amorosa, cuyo marco de fondo incluye menciones a la inteligencia artificial, la robótica y la alta tecnología.
    “Sexágono”, obra de notable trabajo escenográfico, epítome de la magia teatral, nos habla, en última instancia, acerca la dificultad de conexión física y espiritual entre dos amantes atravesando su enésima mutación, de actos y sentimientos a flor de piel, y de un intelecto que prevalece por encima del dominante paradigma de tecno-vida insinuado. Jerarquías vinculares que se erigen para definir la condición de un presente habitado por máquinas deseantes arrojadas al peligro de lo indómito, en donde la geometría del corazón -o la intensidad de un color- responden al algoritmo de un encuentro.
    Lejana prevalece, de momento, la llegada de un tiempo de satisfacción por no sentir dolor. Mientras el mar siga haciendo brumas, nadie quedará a salvo de la ceguera de todo enamoramiento. En “Sexágono”, con protagónicos de Nicolás Litvinoff y Delfina Viano, Briski ahonda en la atávica búsqueda del amor y toda forma de vinculación que no se resista en mirar hacia atrás, como mito de Orfeo obsesionado por la sola idea del gesto justo, cuando la palabra no alcance a los fines de expresar y dimensionar un sentimiento, hecho de acercamientos y distancias.
  • No tiene un desgarrón 58

    22/07/2024 23:18 por MAXIMILIANO 51

    Con adaptación de Rita Cortese y Carolina Santos, arribó a Dumont 4040, por ocho únicas semanas, una personalísima versión de “Heldenplatz” (‘Plaza de Héroes’), texto estrenado poco tiempo antes del fallecimiento del eminente novelista, dramaturgo y poeta austriaco Thomas Bernhard (1931-1989).
    Dentro de las paredes de una casa próxima a ser abandonada, se reconstruye una trama compleja de discernir. Dos amas de llave (las estupendas Julieta Cardinali y Vera Spinetta), habitantes de un mundo irreconocible, serán las encargadas de abordar esta sobria mirada sobre el duelo, el matrimonio, el lugar de la mujer en la sociedad y la maternidad, en donde la figura del profesor Schuster, trágicamente desaparecido, acude como un auténtico fantasma del pasado, acaso para probar que no existe un instante sin muerte, incapaz de sucumbir a la tentación de toda distracción. El delicado arte de planchar no logrará disimular los pliegues de una camisa ensangrentada y las auténticas motivaciones que buscan ser desentrañadas. ¿Cuáles son las razones que llevaron al catedrático a acabar con su vida? ¿qué era lo que hacía a su existencia insoportable? ¿y cómo asimilar tamaña pérdida? Afortunadamente, la obra prefiere conservar ciertos misterios.
    El personaje interpretado por Julieta Cardinali, brindando una magnífica e hipnótica clase actoral de notables matices, se convierte en el termómetro emotivo y voz principal de un relato cuya mirada ciertamente pesimista no rehusará en recurrir al humor negro, mientras la latente amenaza del nazismo asoma tras la ventana abierta de par en par, espejando nuevas formas de totalitarismos. Las amas de llave, inmersas en un aire ciertamente hostil, buscan darse mutua protección y resistir. Afuera, el pueblo grita, ruge, su malestar social. Reina la contradicción y corren tiempos convulsos que reproducen reconocibles melodías en latitudes históricas peligrosamente espejadas en el hoy. Todo lo que a la humanidad complace, se nos indica, puede repeler particularmente a alguien.
    En medio de un panorama desolador, un presente en tensión prevalece, tal vez, preanunciando la inminente catástrofe de un mundo destinado a desaparecer tal como lo conocimos: en el agua muerta solo quedarán peces muertos. Podemos leer a Tolstoi o apenas desesperar, podemos prepararnos para desaparecer o tardar en meramente existir. “No Tiene un Desgarrón”, efectiva reflexión sobre la condición humana, persigue un último resquicio de luminosidad y posee la virtud de extrapolar la vigencia de un texto que se pronuncia respecto a la Austria de los ’80 y la Alemania de los ’30, y, a través de cual, podemos también comprender y analizar, mecanismos y procesos sociales de la Argentina actual, inmersa en la proliferación de discursos de odio y segregación. Reducida a un solo acto de cincuenta minutos, la obra rescata una atávica verdad: los seres humanos tienden a aniquilarse mutuamente.
  • Molly bloom 281

    22/07/2024 23:15 por MAXIMILIANO 51
    Con dirección de Carmen Baliero, el unipersonal “Molly Bloom” se exhibe los días sábados en El Excéntrico de la 18, emblemática sala inaugurada por la propia protagonista, Cristina Banegas, hace treinta ocho años. Intérprete de grandes textos, la prestigiosa actriz retorna a una obra que representara, años atrás, en el Centro Cultural de la Cooperación. “Molly Bloom” se inspira en el personaje ficticio que le otorga nombre y protagoniza el último capítulo de la magna novela “Ulyses”, del irlandés James Joyce. Inmediata referencia al clásico literario, este potente soliloquio concebido como una compleja y catártica partitura ofrece una poderosa reflexión acerca de la respectiva condición de hombre y mujer de su tiempo, y, a la vez, puede comprenderse como un temperamental y acabado ensayo sobre la sexualidad, el erotismo y el deseo.
    El presente proyecto reúne a directora y actriz luego de “La Débil Mental”, en dónde Benegas adaptó a escena el celebrado texto de Ariana Harwicz. Aquí, con gran poder de descripción y magnetismo, una sublime Banegas se coloca delante de una escenografía casi abstracta, citando paisajes naturales que albergan ardientes encuentros amorosos. Elocuentes instantáneas se aglutinan en el recuerdo, mientras a la memoria acude el más doloroso de los instantes: la pérdida de un hijo. Para Molly, el don de la imaginación se conforma como impostergable aliado, y Cristina perfecciona, línea a línea, la dimensión de una poética apabullante. Gesticula y se encorva, alza o aquieta la voz, e incluso asume la de otros personajes. Dispuesta a impartir pareceres respecto a los modales y convenciones de una época que vislumbramos lejana, en las inflexiones de su vibrante sentir podemos comprender qué piensa una mujer de principios de siglo XX y como esta percibe la sociedad que la rodea, y viceversa. Dentro de su cuerpo todo parece bullir, a medida que su soberbio monólogo se encamina a una breve pero contundente afirmación: las dos palabras que, en su consentimiento, definen el propósito de una vida.