Opiniones de Claudio F

  • Danza de la vida breve 9

    19/10/2024 18:52 por Claudio 9
    Es tan conmovedor como impactante asistir a este espectáculo, en el que la vida y la obra de Garcia Lorca nos es ofrecida como un regalo amoroso. Cuatro actrices extraordinarias en precisión, movimiento, rigurosidad creativa, todas en una coreografía actoral acompañada por un violinista, también extraordinario, nos llevan por el jardín bellísimo y mágico del Museo Larreta, en un viaje maravilloso a la poesía, al amor al teatro, al alma de Lorca, a su apasionado y apasionante camino. Gracias por compartir este encuentro imperdible.
  • Se despide el campeón 100

    19/09/2024 21:00 por Claudio F 9
    El personaje, aparentemente solo en escena, padece un dolor insoportable que no comprende; no puede comprenderlo porque la obra es contundente: no hay modo de comprender por qué amamos, por qué nos aman y nos dejan de amar, No, no hay chance alguna: nunca lo comprenderemos, aunque el dolor se haga sufrimiento eterno o nos peguemos un tiro en un rincón. “Se despide el campeón” es sin dudas una obra existencial que acojona, que como un jab o un uppercut nos deja en la lona. Se trata de esas piñas que vemos venir y venir y de todos modos no podemos evitar recibirlas y caer. Sabe mucho Camus de esto en “La caída”, novela, que como en esta obra, habla de inocentes con sentimientos de culpa, con abandonos intolerables, con desasosiegos ante el horror de ver a golpes la verdad. Como en Roberto Arlt, aquí las piñas nos involucran y también las damos nosotros. Vemos anverso y reverso, deseo irrefrenable, besos en la nuca, mimos entre hombres duros y fatales, besos y caricias y abrazos sin frenos entre machos que no fueron entrenados para sentir tanto. De una manera que casi asusta de tan lograda, la obra tiene dos protagonistas, aunque sólo uno esté vivo, apenas para intentar una pelea más. Sí, se trata de cómo amamos, de cuánto negamos acerca de nosotros mismos, de qué modo en un cerrar de ojos no podemos ver de tanta sangre y pasión oscureciendo nuestra raciocinio, esa oscuridad de los más grandes personajes del teatro, los que en su ceguera terminan de construir la tragedia. El deslumbramiento que desde la escena llega al corazón de la platea es brutal, maravilloso, abre y cierra todo el tiempo lugares del alma, nos exige que aguantemos la cuenta hasta diez y nos levantemos para sobrevivir un rato más. Y de un modo inexplicable, con la sabiduría de un Muhamad Alí o un Boris Vian en estado de gracia, o de un mago o de un recién nacido, o de un filósofo obstinado que se olvidó de lo que supo, todo lo que pasa en el tiempo inverificable y real del espectáculo, como en un music hall desencajado, o en un chiste que nos alela, todo lo que sucede, digo, nos invita a comprender aquello que el protagonista no comprende, y también aquello que tantas veces no nos atrevemos a aceptar que ignoramos. No, no hay manera de hacerse el gil o el distraído, mientras asistimos a esa epifanía que se va sacando de la galera hacia el final inapelable, como todos los finales que inevitablemente llegarán, pero esta vez con la oportunidad de mirar a la cara al otro que haya en nuestro ring privado y personal para terminar comprendiendo que ese rival no es otro que nosotros mismos. El texto, la puesta en escena y dirección y la actuación se disponen en una unidad imposible de escindir. Al fin y al cabo el teatro es un animal furioso siempre alucinado y lúcido, hecho de un modo tan misterioso que solo cabe aceptar que cuando es, como es en esta obra, se hace revelación que agradecemos aplaudiendo a rabiar, para irnos en calma con plena conciencia de que hemos asistido a algo nunca olvidaremos. Sí, “Se despide el campeón” es inolvidable.
  • El mundo en mis zapatos 2 43

    14/07/2024 21:40 por Claudio F 9
    En El mundo en mis zapatos 2 Brenda Martinez desea. Y en tanto ella desea desde el escenario, nos invita a desear también, a no dejar de desear nunca, aunque muchos ya no se nos hayan cumplido y otros se nos hayan olvidado. Brenda cumple años la noche inverificable, pero absolutamente verosímil en que asistimos a la función, y nos sigue invitando, aunque esté sola, a que compartamos con ella la velada: milagros y lujos del teatro. Brenda nos cuenta, que tiene dos hijos amados y un ex marido, que desea una pareja, un par para amar y que la ame; es un deseo que tiene desde niña, y así nos narra sus desdichas con una gracia conmovedora; tanta que no sabemos si estamos asistiendo a una comedia o a un drama, como la vida misma. Alejada de costumbrismos y naturalismos elementales, la obra alza vuelo en el cuerpo de Brenda Martinez, que se llama en la realidad de abajo del escenario Brenda Fabre, actriz capaz de interpretar lo que le venga en gana, quien junto a Eloísa Tarruella escribió la obra, que también Eloísa, con maestría, dirige. Un dúo para que miedosos sigan temiendo, para que remilgados huyan, para que vocacionales de policías se avergüencen y para que quienes deseen desear se empecinen en seguir creyendo que lo mejor será posible y esperen de ellas más obras, más noches de teatro, más arte, sea como sea ante la realidad que sea. Juntas nos llevan de la mano por encuentros terribles con hombres que hacen de su sexualidad una violencia boba, pero que no deja de dañar, con otros que juegan con los sentimientos ajenos y nunca terminan de saber qué quieren, con otros que hasta después de muertos y convertidos en fantasmas estorban sin dejar vivir en paz amores nuevos, con otros que se atribuyen el poder de decidir que el talento ajeno cruzará la barrera de la posibilidad o quedará en la nada, mientras Brenda ríe, llora, recuerda, sueña, imagina, resiste, avanza y baila con su cuerpo haciendo de la danza mucho más que una danza, al hacer de su baile una situación del alma y apagar la velita de su cumpleaños empecinada en seguir creyendo que los deseos se cumplirán si se lucha lo suficiente y se calcen los zapatos que correspondan. Y vaya que le ofrece su lucha a la vida esta mujer inolvidable, como inolvidables son la actriz, la obra y la puesta. De un modo que el teatro pocas veces logra El mundo en mis zapatos 2 se hace inolvidable en el mismo momento en que la estamos vivenciando: casi un milagro, si no fuera porque es real y sucede cada sábado por la noche en sala Pugliese del Centro Cultural de la Cooperación, mientras emocionados seguiríamos aplaudiendo, si nos dejaran quedar hasta la próxima función de la obra, para volver a verla y a desear.
  • Presentimiento 35

    26/08/2023 01:13 por Claudio F 9
    A qué llamamos presentir? Quizá el presentimiento es, tal como lo infiero de la obra de Miguel Ángel Diani, un recurso inverso de la memoria, como un efecto que antecede a su causa. En “El Presentimiento” la memoria funciona como disparador existencial, y Diani de eso sabe y vaya que sabe: sus obras siempre operan alrededor de personajes metidos en mundos a los que no pueden corresponder, si se los mira desde la realidad. Pero la realidad, por supuesto, en nuestra profesión, es un invento asombroso (o muchas veces, hay que admitirlo es fintas de palabras que se replican con alguna astucia, tramas pretensiosas, macaneo.) La obra de Diani es un juego de trampas brillante (qué otra cosa es el Teatro, acaso) donde el existencial-absurdo se apaña detrás de apariencias que no son, y de ahí que pueda decirse -en confusión- que el de Diani es un teatro con raíces en el grotesco, o pinteriano, o que nos trae a un Pavlovsky siempre cruel, y así la lista podría seguir. La confusión se aclara cuando termina la función y uno queda nockeado, mareado, conmovido y con el alma abierta: el cirujano Diani hizo su trabajo como él sabe y nos vamos a casa como en los viejos maravillosos tiempos en que las obras se discutían, se desmenuzaban y cada uno hacía con su conclusión otra cirugía para que nada concluya: el ser, ese que somos, se nos viene encima, y no hay manera de negarnos a esa memoria: somos nuestro presentimiento, porque si no nos engañamos, somos siempre la anticipación de nuestros recuerdos. La puesta, los actores y todo lo demás, imprescindible, impecablemente funcionan para el bien del texto y sus recodos.
  • La noche se está muriendo 173

    18/05/2023 20:35 por Claudio F 9
    Excelente. Una obra imperdible.
    Textos, actuaciones, dirección, ambientación, iluminación, todo confluye en esta obra para que resulte un espectáculo de conmovedora belleza, de inteligencia inusual para el planteo y desarrollo del tema::un encuentro entre Margarita Xirgu y Federico García Lorca acerca del que no conviene adelantar nada, excepto que es sensacional. Sin golpes bajos, sobria pero emotiva, es uno des esas raras obras con que el teatro de Buenos Aires nos maravilla.
  • Israfel 78

    07/05/2023 14:53 por Claudio F 9
    Excelente!!! Una versión de este clásico argentino que quedará en la memoria! Nunca hay una versión definitiva de una gran obra, pero esta de Daniel Marcove podría serlo. Impacta. Es imperdible. Una puesta perfecta! Vestuario, iluminación, escenografía superlativas. La música, a través del violinista, durante toda la función es un hallazgo que nos lleva de las narices. La inclusión de Castillo-personaje en la actuación de Aldo Pastur es excelente. Y todas las actuaciones. Un ejemplo de gran teatro de la mano de Daniel Marcove. Es increíble haber podido llevar a escena esta obra, con tantos actores, dificultades económicas, despliegue y todas las imposibilidades del teatro independiente. El Centro Cultural de la Cooperación en otro ejemplo de una política cultural ejemplar.
  • La patria al hombro 171

    07/05/2023 14:44 por Claudio F 9
    Es una joya imperdible. Una sátira que no elude el drama, la comedia y con momentos musicales excelentes, desopilante en muchos momentos, siniestra en otros. Una dirección extraordinaria, actuaciones literalmente perfectas y sobre todo una obra que llena de orgullo que sea de una autora contemporánea.