Opiniones de José R

  • El director, la obra, los actores y el amor 6

    01/08/2013 12:23 por José R 25
    La obra sufre mucho tanto de la desgana en la dramaturgia de hacerla obra, de verdaderamente jugar con el manual, de enfentrarse a las prácticas teatrales 'superadas', como de la excesiva focalización en Ajaka, quien es incapaz de una misma distancia entre su persona actoral y su persona.
  • Doberman 13

    01/08/2013 12:17 por José R 25
    Vale la pena seguir a Azul Lombardía, así como ver a Maruja Bustamante y Mónica Raiola en escena. Si bien, en términos de trama, la historia va avanzando hacia una convergencia absolutamente predecible, lo que importa aquí es el oído impecable de Lombardía y la capacidad de sus actrices para contrapuntear el ritmo incansable de la cháchara banal, el chisme, la visita del lugar común con el avance lento, pero implacable de lo que surge del fondo de la depresión, la iluminación de quien está cerca de perderlo todo. El final se siente precipitado, pero creo que esto es un efecto causado por los placeres del desarrollo de la obra.
  • El Diván 5

    01/08/2013 12:04 por José R 25
    Vale la pena irse a formar una hora antes el domingo, porque la intensidad de la experiencia es notable. Haya uno estado en análisis y no, el cara a cara y la cercanía física con los 'pacientes' es una de las experiencias teatrales más intensas de Buenos Aires, comparable apenas con el Gabinete de Timbre4 (y que, de hecho, sería el dispositivo ideal para mediar estos textos). Aunque al menos en la muestra que me tocó a mí, había un exceso de ninfómanas, salí profundamente conmovido y con muchas ganas de volver.
  • Apátrida, doscientos años y unos meses 58

    30/07/2013 09:20 por José R 25
    La polémica sobre la (im)posiblidad del arte nacional es larga –'El escritor argentino y la tradición', por ejemplo es parte de la misma genealogía de polémicas, que además se dan en otras partes: en México, por ejemplo, entre los nacionalistas y Jorge Cuesta junto con el resto de Contemporáneos– pero al ser llevada a escena con enorme talento musical y actoral, no sólo revela que lo más argentino en el arte es discutir la posibilidad de lo argentino en el arte sino que convierte un diferendo intelectual en el melodrama necesario para que el texto efectivamente se convierta en ópera.
    Lo mejor que he visto en esta temporada.