13/04/2024 03:26por MAXIMILIANO 51 En la sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza se exhibe, actualmente y por diez únicas semanas, uno de los mayores éxitos de la cartelera teatral local. "Mejor No Decirlo", escrita por Salomé Lelouch, y traducida y adaptada por la dupla Federico del Pino-Fernando Masllorens, arribó a nuestros escenarios con dirección de Claudio Tolcachir. Nos cuenta la historia de ella (Mercedes Morán) y él (Imanol Arias, de regreso en Buenos Aires luego de "Muerte de un Viajante"), un matrimonio de sesenta y pico que perdura bajo su fórmula imbatible: saber cuándo hablar y cuándo no. Pero, ¿qué ocurriría si la pareja de buen pasar se replanteara su cotidianeidad? Temáticas en boga son puestas en discusión; claramente, el tiempo de callar para no confrontar es cosa del pasado. Es hora de hablar para sentir que se existe, dice ella. Él, por su parte, exhibe su imagen más auténtica -y menos políticamente correcta- al pronunciarse respecto a la desigualdad de género, el aborto, la sexualidad, la paternidad y la maternidad. Es mejor no complicarse, hay cosas que no se deben verbalizar. Los puntos en común y de desencuentro representan un auténtico desafío para dos contrincantes que no dejan de amarse; a pesar de sortear prejuicios y preconceptos que se tejen bajo el mismo techo. En una hora y cinco de duración, los reproches no cesarán: la convivencia, los mandatos sociales, el status, el cambio climático y las inclinaciones políticas, ponen de manifiesto la importancia de no tener filtro. Porque aquí nadie quiere aparentar. La alta demanda de entradas, acorde a uno de los eventos teatrales del año, evidencia lo atractivo de una propuesta que ofrece excelencia actoral, risa asegurada, espacio para la reflexión y una escenografía tan original como creativa.
27/03/2024 17:17por MAXIMILIANO 51 "Brujas" debutó el 3 de enero de 1991, en el Teatro Atlas de Mar del Plata. Actualmente en cartelera en el Multitabaris, se trata de un fenómeno de vigencia sin igual en nuestra escena. En su más reciente puesta, dirigida por Luis Agustoni -fallecido en enero de 2023-, este clásico de la escena porteña, celebra su treinta y tres aniversario con localidades agotadas. Autoría del escritor ibérico Santiago Moncada, con el título original de "Entre Mujeres", se centra en el reencuentro de cinco excompañeras de la adolescencia tras más de dos décadas sin verse. El grupo está compuesto por una anfitriona de buen pasar, una escritora bohemia, una prostituta de lujo, una abogada enfrentando las complejidades de su matrimonio y una feliz casada cuya fachada no tardará en caer. Haciendo gala de cinismo y humor, cada una expondrá las vicisitudes de la propia vida, decididas a enfrentar el paso de los años, porque las arrugas se combaten con ilusiones y tips contra el deterioro que nunca fallan. No obstante, el devenir de la noche revelará otras profundidades y las consecuencias del errático accionar, acaso la catástrofe de grandes verdades ocultas, expuestas con desparpajo y contundencia. Bajo el mismo techo, la velada traerá consigo la nostalgia de lejanos recuerdos y la confrontación que depara una serie de secretos inconfesables: ciertas decisiones del pasado repercuten en el trauma del presente. Un brindis seguido de otro concatenará anécdotas de ardiente clandestinidad y la prevalencia de una amistad inquebrantable. El talentoso elenco está integrado por Moria Casán, Graciela Dufau, Nora Cárpena (quienes formaron parte del original, junto a Thelma Biral y Susana Campos), Luisa Kuliok y María Leal.
22/03/2024 14:58por MAXIMILIANO 51 Carolina Papaleo y Rubén Stella regresan en la más reciente puesta de "Yo Adivino el Parpadeo", doce años después de su estreno. La pieza, autoría de Guillermo Camblor, nos sitúa en la intimidad de una ex pareja perteneciente al mundo del tango, a raíz de un inesperado reencuentro amoroso y profesional. En clave de comedia dramática, apreciamos la profundidad que habita a sendos personajes dueños de notables matices, dignos de ser explorados. En busca del tiempo perdido, Delia y Pacha han postergado más de lo aconsejable aquella pieza que quedó pendiente de bailar. ¿Veinte años no es nada? Donde hubo fuego… En un camarín se llevará a cabo un acercamiento que traerá emociones a flor de piel; del beso a la cachetada, se trata de saldar cuentas pendientes: la posibilidad de emprender una gira mundial no admite reemplazante. Sendos intérpretes exhiben notable química en escena. Papaleo sabe dotar a esta alma tanguera de grandes dosis de sensualidad y ternura, rumbo a contar su verdad a medias. Su sentimiento oscila entre el despecho y el enamoramiento; por momentos prefiere hacer caso omiso a aquello ocurrido, y en otros, imposible resultar olvidar las mañas de su antiguo compañero: un pícaro y atorrante, ganador con las mujeres y dueño de frases dignas de dictados de filosofía. Rubén Stella brilla en los zapatos de este mujeriego y fumador empedernido, con quien terminaremos empatizando. De manera acertada, y en virtud del notable abanico de registros que la obra despliega, la mirada social adquiere peso, llevando a cabo una postal del incierto retorno a una Buenos Aires radicalmente distinta, impersonal y empobrecida. Quien no reconoce las calles que alguna vez pisara es quien también afirma que la vida en el viejo continente tiene glamour, pero carece de pasión. El reencuentro entre dos nobles corazones echará luz sobre ciertos secretos del pasado, inclinándose por un viraje hacia el drama sentimental que abordará aristas trágicas y dolorosas.
11/03/2024 22:02por MAXIMILIANO 51 En el barrio de Palermo, en un café como tantos existen en Buenos Aires -¿cuántas cosas más porteñas que un café podríamos enumerar?- Andrea Bonelli se sienta en una mesa y comienza a escribir sobre una servilleta aproximaciones respecto al tango. Muchos años antes, Jorge Luis Borges ensayaba una definición que se le asemeja: el autóctono género musical refleja las vicisitudes del alma argentina. La búsqueda del sentido emparenta sendos acercamientos. En otra mesa de café, durante alguna especial oportunidad, Andrea recitará una poesía incluida en "Los Conjurados", el último libro editado de Borges y el favorito de la actriz; lo hará con la intención de convencer a María Kodama, respecto a la sesión de derechos de la obra de nuestro emblema literario y la posibilidad de convertir el incipiente proyecto en una obra teatral. Años después, sobre el escenario de la sala del Complejo Teatral de Buenos Aires, una singular propuesta permite converger a la literatura (más específicamente, el cuento, ¡ese diamante negro!), el tango y la actuación. La pieza posee un inmediato antecedente: fue representado por Hanna Schygulla, hace veinte años, en Francia y en Alemania. La mentora nos da la bienvenida desde París, justo cuando pasado, presente y futuro parecen confluir. Comenzada la función, una cámara captura el rostro de la intérprete, quien, a su vez, se proyecta en una pantalla. Su propia silueta, en sombras, se superpone sobre el registro audiovisual que la blanca tela reproduce. Reflejos duplicación…temas recurrentes en la obra borgeana. Como los espejos, los laberintos, las simetrías o el tiempo. Una duda nos asalta: ¿Borges escribe o se deja hacer para que otro lo escriba a él? ¿Recordaremos solo lo inevitable sin volver a verlo jamás? Tal vez, haya misterios que sea mejor no develar. Schygulla recopila siete cuentos originales de tan fundamental pluma, a quien la esencia porteña, tan atávica y secreta, no cesó en maravillar. Un aroma a inconfundible a principios de siglo XX, entre pampas, malevos y arrabales, prefigura un repertorio musical interpretado con sentimiento y sensibilidad por la estupenda Bonelli: "El Día que me Quieras", "La Última Curda", "Volver" y "El Choclo", entre otros, resultan los clásicos visitados. También, se incluirán registros instrumentales y arreglos de Peter Ludwig, ejecutados en piano (Shino Ohnaga) y chello (Cristina Titi Chiappero). Imágenes, vestuario y texto interactúan, durante toda la función, mientras la inmortal figura de nuestro escritor continúa estimulando recónditos paisajes de la imaginación.
06/03/2024 15:28por MAXIMILIANO 51 Dirigida y escrita por Matías Feldman (autor de "Hipervínculos"), llega a los escenarios porteños la originalísima "Reverso". Con inteligencia y amplio margen para la sorpresa, la obra indaga en los difusos límites entre la realidad y la virtualidad. En tiempos saturados de entornos de pantallas y objetos digitales, en donde nos toca familiarizarnos a la fuerza con términos como 'avatar', 'GIF' o 'NFT', el atractivo resulta evidente. El relato no tarda en poblarse de referencias a las nuevas tecnologías, así como también se deslizará una mirada snob y superficial sobre el mundo de la pintura y las galerías de arte. En la sala Picasso del Paseo La Plaza, somo invitados a participar de la posibilidad de un universo paralelo en donde nada es lo que aparenta ser. La obra confronta la noción de realidad, y los riesgos que asumimos cuando el control remoto -léase, el poder de decisión- se aleja de nuestras manos. Estupendamente actuada, requiere de un notable trabajo de coreografía sobre el escenario, para lucimiento de un elenco excepcional, integrado por Carla Peterson, Diego Cremonesi, Marco Antonio Caponi, Nicolás García Hume, Juan Isola y Emilia Claudeville. Con acierto, Feldman diluye la frontera entre el mundo cotidiano y el metaverso, brindándonos las herramientas necesarias para decodificar el auténtico sentido tras la crisis de identidad: la simulación no será efectiva en cicatrizar un trágico drama familiar. Repleta de diálogos tan ingeniosos como desopilantes, garantiza símiles dosis de humor, ironía y reflexión a lo largo una hora y cuarto de duración. Hay que animarse a entrar y saber salir ileso…
01/03/2024 18:55por MAXIMILIANO 51 En Teatro Timbre 4, espacio de producción, investigación y fomento teatral independiente, sito en el barrio de Boedo, podemos encontrar una de las obras más atractivas y singulares de la cartelera porteña: “Rabia”, magnífica adaptación de la novela homónima, autoría de Sergio Bizzio. De regreso por doce únicas funciones, luego de presentarse con absoluto éxito en el Teatro Auditorium de Mar del Plata, tenemos aquí un texto que posee múltiples capas de lectura e interpretación, y que, gracias al trabajo de reescritura, por parte de Claudio Tolcachir, Lautaro Perotti, María García de Oteyza y Mónica Acevedo, eleva la propuesta a una calidad artística notable. Apenas una escalera nos sirve de escenografía para albergar este relato en formato unipersonal, donde varios personajes cobran vida propia merced al magnético talento interpretativo de Tolcachir. A lo largo de setenta y cinco minutos, la veta de intriga se entrelaza con la dramática, efectiva en narrarnos la historia de amor de José María y Rosa; un romance clandestino, apasionado y económicamente austero. Él es un albañil oriundo de Capilla del Señor, quien, por violentos hechos que conviene no adelantar, se oculta en el altillo de una mansión propiedad de una acaudalada familia, convirtiéndose así en un fantasma testigo del paso de los años. Siempre un paso por delante de los demás, logra pasar desapercibido y adquirir ciertas habilidades: existen determinadas sonoridades que reconoce tal como un ciego haría, con ineludible precisión y exactitud. Una copa apoyada en la mesa, unos pasos en la cocina, una respiración a través de la puerta. Víctima de los atropellos y la impunidad de la clase alta, este fugitivo en dominio de su escondite perfecto, cuenta los días y atestigua el paso de las estaciones; los rayos de sol que se filtran a través de la ventana no poseen margen de error alguno. Emprendiendo un demandante trabajo corporal, el también director de logradas piezas como “La Omisión de la Familia Coleman” y “Tercer Cuerpo” asume roles protagónicos y se convierte en relator omnisciente. Los dobleces de la historia no tardan en desatarse: el huésped invisible atestigua hechos traumáticos con incómoda pasividad. En “Rabia”, el encierro, el deseo y la soledad se conforman como temáticas primordiales, no obstante, la pregunta central que deposita en nosotros infiere a un concienzudo estudio de identidad. ¿Qué tan bien conocemos realmente?
05/02/2024 20:28por MAXIMILIANO 51 Luego de presentarse en España en el pasado mes de septiembre (Teatro Valladolid), llega al Picadero de Buenos Aires la esperada adaptación de la obra literaria de María Negroni, con dirección de Alejandro Tantanian, dramaturgo, director y ex gestor del Teatro Cervantes. En su tercera colaboración junto a Marilu Marini (anteriormente en "Sagrado Bosque de Monstruos" y "Todas las Canciones de Amor"), Tantanian lleva a cabo una formidable labor, apoyándose en el sobresaliente talento de su intérprete. La novela, que comienza con una cita de Clarice Lispector ("Voy a crear lo que me sucedió"), propone un cruce poético para describir una particular relación materno-filial, en propias palabras de la protagonista del relato, la ocupación más ferviente y dañina de su vida. A través de sesenta minutos, literatura y teatro se retroalimentan a la perfección, mientras una sobria puesta en escena se vale de elementos como música e iluminación en sendos roles fundamentales, otorgando identidad estética a la propuesta. “El Corazón del Daño” desnuda la naturaleza anómala, contradictoria, de un vínculo capaz de amarse hasta aborrecerse. Tal crudeza y extrañeza se refleja en símiles experiencias de hondo calado autorreferencial, según se cita a notables autores: Sthendal, Duras y Pizarnik. Ella, la hija, supo ser una muchacha que creció en una casa de la infancia sin libros. Hoy, en retrospectiva, se propone retratar a su madre, Isabel, una mujer difícil y hermosa a la vez, con el objeto de poder definir la palabra 'maternidad'. Punto seguido de su condición, será por eso que el centro del corazón se desangra. Podemos ver claramente a Isabel: mama, querida mama, igualita a Joan Fontaine, descrita por quien escribe y calla…quien lo hace por pura soledad. Del otro lado, quien lea (o escuche) romperá los silencios de una obra conmovedora. ¿Son, acaso, las respectivas vidas de esta hija y esta madre contrapunto una de otra?