17/05/2024 16:15por MAXIMILIANO 51 El Instituto Cultural inauguró su temporada 2024, en la Sala Armando Discépolo de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires, con una magnífica adaptación de "Rey Lear", un texto profundamente representativo de las obsesiones de un autor de carácter universal, que ha atravesado siglos, épocas, geografías y lenguas.
Escrita en 1605 y primera vez representada en 1606, "Rey Lear" pertenece al mismo período en el cual fueran concebidas "Otelo" y "Macbeth". Su origen se nutre de fuentes y leyendas, las cuales William Shakespeare utilizaba como material de interés para sus piezas, partiendo, de un cuento popular que aparece incorporado a la historia antigua de Inglaterra desde el siglo XII. La historia nos sitúa en el dilema que enfrenta un decadente monarca, quien designará tercios de los territorios en su poder de acuerdo al grado de afecto que cada una de sus tres hijas -y herederas- le guarde.
Un magnífico diseño de escenografía y vestuario (a cargo de Micaela Sleigh) nos sitúa en coordenadas imprecisas, mientras que ciertas licencias idiomáticas nos adentran en lo inexacto del período histórico en donde se desarrolla este impactante choque entre orden y caos, campo de cultivo para la corrupción social y el vacío de principios morales. En el plano metafórico, la hábil, rupturista e innovadora adaptación llevada a cabo por parte de Luis Longhi actualiza y refuerza un texto que hace hincapié en conspiraciones contra la propia sangre, en celos, cegueras y ambiciones de aquellos que detentan el mando, en la traición e ingratitud filial y en el arte como instrumento para desafiar el poder monárquico.
En clave de tragedia se irán entrecruzando y desgranando cada una de las tramas que componen esta categórica reflexión sobre la condición humana, autoría de uno de los más grandes dramaturgos de toda la historia, y que encuentra uno de sus mayores aciertos en un grandioso elenco a la altura de entregar interpretaciones -en lo individual y colectivo- de notable intensidad y emoción: Gaby Almirón, Maia Francia, Sofía González Gil, Francisco Pesqueira, Emilio Rupérez, Agustina D'Angelo, Iván Esquerré, Marcelo Bucossi, Nacho Péres Cortéz, Francisco González Gil y Federico Lehmann, destacan, cada uno de ellos, por su enorme talento.
Objeto de numerosas transposiciones teatrales y cinematográficas, arte dramático en su máxima expresión, la presente versión es dueña de un marcado componente de crítica social que refuerza su vigencia. A bordo de un navío de gigantescas proporciones, viajamos hacia el corazón de una obra que palpita tiempos turbulentos, y en donde la inestabilidad política desata auténticas tormentas. Centro del relato, un vetusto rey que se abandona al absoluto delirio se conformará en la imagen de la autoridad más desquiciada. No obstante, su orgullo y sed de ser adulado contrastará con la creciente disminución de facultades, despertándonos cierta compasión, hacia un desenlace coronado con una deslumbrante sucesión de muertes.
La presente versión de "Rey Lear" se instituye como una visión audaz y moderna sobre un clásico imperecedero, la cual se apoya en una puesta en escena descomunal, consistente de veintitrés destacados artistas en escena. Asimismo, el apartado musical (gracias a la composición y dirección musical de Juan Ignacio López) cumple un rol primordial a lo largo de una obra que se extiende por casi dos horas de duración, y que incorpora una banda tocando en vivo, integrada por Daniela Rubiatti y Nico Cucaro en las voces, y los músicos Juan Cristóbal Sleigh (batería y asistencia en dirección musical), Eugenio Masa (bajo), Agustín Araneda (teclados y sintetizador) y Jeremías (guitarra).
17/05/2024 16:10por MAXIMILIANO 51 Por mandato de sus padres, E. se encuentra encerrado en una casa en la que ha permanecido por los últimos veinticuatro años, viviendo en un lugar aislado de toda civilización, y en casi absoluta soledad. O casi: lo acompaña su mascota, un loro que no deja de hablar. Cierta tecnología (un contestador automático, un tocadiscos, una máquina de escribir) nos remite a comienzos de la década del noventa (tal vez antes de la muerte del propio Burroughs, 1914-1997). Teatralizando elementos retóricos, la obra co-escrita por Gabriel Wolf y Diego Carreño (en doble rol de actor) indaga en el poder transformador del lenguaje y la palabra. Carreño interpreta a un hombre abocado a un mayúsculo desafío de creación y de metodología narrativo: una tesis que intentará confirmar el planteo de William Burroughs, formulado en 1966, en el que afirmaba que "el lenguaje es un virus". El presente proyecto data de 2021, y pudo ver la luz una vez fue reunido material previamente escrito con potencial de obra de teatro. Con dirección de Leandro Aíta, en modo unipersonal, la obra nos plantea paradojas, extrañezas y contradicciones de cada palabra. Por ejemplo, imaginemos una posdata como mensaje de bienvenida. Puestas en conflicto, cada una de ellas chocan entre sí. Porque una vocal puede cambiar completamente el sentido de aquello que buscamos expresar. Originalísima, la dupla creativa sorteó toda zona de confort posible, al grito de: ¡se imprime! A lo largo de una hora de duración predominan, asimismo, guiños idiomáticos a la lengua (y a la cultura musical) en inglés. Con las voces en off de Nazareno Casero, Diego Gentile y Edda Diaz, y presentándose por segunda temporada en El Camarín de las Musas (*), la puesta indaga en los entresijos del lenguaje, como moda que genera modos y modismos. Porque este se ha transformado por completo; el hombre lo ha invadido y vive en él cómo un parasito.
Herida absurda
17/05/2024 16:08por MAXIMILIANO 51 Con dirección de Jorgelina Herrero Pons, tenemos aquí un recital intervenido con dramaturgia, escrito por Innocenti -gestora del proyecto-, a modo de cuento con canciones que relata la historia de una mujer 'malquerida', mixtura que otorga un especial sabor al repertorio cuidadosamente elegido. "Herida Absurda" (tangos clásicos y otras cositas) recrea el accidentado amorío de dos cantantes que ensayan un homenaje a Carlos Gardel. Con el tiempo, los amantes dejarán de ser dos ojos queridos que se miran; el deseo se ha vuelto veneno bajo la piel ¿Será cantar el antídoto para no enloquecer? Entre disfraces y despedidas, pareciera que nos aproximáramos al pálido e irremediable final de dos almas destinadas el desencuentro. Porque las cosas del amor son así…
En escena se recrea un teatro bar de indudables aires porteños, mientras destaca la presencia e intervención en piano y arreglos de Leandro Marquesano, elemento primordial al momento de generar el clima necesario para adentrarnos en un sentir, como dice ese tango, hecho de sueños marchitos y vibraciones pasadas. Tarde en la noche, noche enrojecida de penas y alcohol, la luna sangra. Canciones sobre trozos de canciones, la espera culmina: rota la ilusión -y el corazón de dos-, cada poética tanguera pareciera contarnos, otra vez, aquella historia de comienzo fallido y errático andar. Rechiflado en la tristeza, todo quien pasó por allí reconoce próxima la pertenencia.
Lucero, autor del álbum "Las Noches que Han Pasado" (2021), se complementa a la perfección con Innocenti, en el marco de una obra que coloca en escena un mutuo trabajo de deconstrucción, y que los reuniera, por primera vez, en tiempos de pandemia. Por su parte, la actriz, de excepcional labor vocal, continúa explorando fructíferos lazos con el canto, habiendo editado a la fecha cuatro discos de estudio ("Habrá", "En Agua negra", "En la Luna" y "Diarios"; con Rodrigo Soko) así como protagonizado el musical "Dijeron de Mí", en donde abordara la figura de la recordada Tita Merello, entre múltiples propuestas musicales de su autoría a lo largo de los años.
06/05/2024 19:48por MAXIMILIANO 51 Dirigida por Tatiana Santana y escrita por Adriana Tursi, regresa a escena, por segunda temporada (*), "María, es Callas", exhibiéndose en Teatro del Pueblo, los días domingos. Con grandioso talento, Natalia Cociuffo cumple la labor de interpretar las curvas emocionales de la diva lírica, a cien años de su nacimiento; una figura capaz de despertar frecuente interés, y de quien podemos recordar abordajes cinematográficos sobre su figura: el documental dirigido por Tom Volf, "María By Callas" (2007), y el largometraje de Franco Zeffirelli "Callas Forever" (2002). El presente musical narra, de modo sobresaliente, la tragedia de una mujer despojada de su voz. Caída en desgracia, y para quien amar fue una mala apuesta, dicen, se dejó robar: lo que a Callas fue hecho. El paisaje la alcanzará huyendo, mientras se nos indica también, con certeza anticipatoria, que, cuando una mujer se encierra, la tragedia se avecina. Las noticias recorren periódicos del mundo, la soprano por excelencia del siglo XX atraviesa sus días atormentada, sumida en la depresión y decadencia. Otrora es la grandeza de quien fuera criada en tierras de Antígona y Medea, a los pies de su cama, traicionada por Aristóteles Onassis. Presa del desamor y los males de la fama, carga consigo el peso específico de su apellido, y encarna a tantas semejantes a su condición. Un coro de voces la acompaña (Sol Agüero, Pedro Frías Yuber y Verónica Pacenza) en este singular homenaje. Destaca especialmente, una puesta en escena minimalista y austera, así como un especial interés en la iluminación y el vestuario, contribuyentes a retratar el desgarrador drama de una voz que no muere, sino regresa.
25/04/2024 19:31por MAXIMILIANO 51 Un escritor y filósofo se ha refugiado en un remoto pueblo a orillas del mar, en busca del silencio que le permita concretar su novela más autorreferencial. La concepción de la misma demandó cuatro años enteros de trabajo, volcando al papel las vivencias que compartiera con su pareja y el hijo de esta. Acaso, dedicando su vida entera a aquel sentimiento que creía poseer. Ensimismado, este autor de pocas pulgas vive rodeado de textos, principio y fin de su mundo privado; sin embargo, la llegada del otoño trae las primeras lluvias y la tormenta en ciernes cobra forma inesperada: las cuentas pendientes del pasado y una promesa no cumplida al muchacho atentan contra la tranquilidad del hombre de letras.
Escrita por Julio Chávez y su habitual colaboradora Camila Mansilla, la obra representa el enésimo proyecto emprendido por la dupla responsable de recordados trabajos como “Después de Nosotros”, “Un Rato con Él”, “Inés” y “Cuando la Miro”. Estrenada durante el presente mes, en Paseo La Plaza, “Lo Sagrado” nos propone un viaje emotivo, colocando el foco de atención sobre el aspecto moral. ¿Cuáles son los límites de la ficción y cuáles los de la privacidad? ¿Qué entendemos por sagrado? ¿Y qué por verdad?
Vestuario y mobiliario nos ubican cronológicamente en los años ochenta; está a punto de caer la noche y las próximas horas definirán un vínculo construido en derredor de inseguridades, traumas y miedos. Manteniendo distancia física con su interlocutor, un egocéntrico artista puede sonar todo lo cursi posible al momento de confrontar al recién llegado. La confrontación y la desconfianza van en escalada; hay ciertas confesiones que pueden minar anímicamente a nuestro prójimo. Bajo el mismo techo, acecha el peligro del más inesperado de los enemigos, aunque la obra no acaba de profundizar lo suficiente los pormenores del debate. ¿Cuánto se conocen dos personas, realmente, si es que no han podido forjar un sentimiento duradero y estable?
El dilema de conciencia estalla ante nosotros, porque lo que concedemos nos vuelve vulnerables. “Lo Sagrado” abre interrogantes que no pretende clausurar, elaborando un rico friso acerca de las relaciones filiales inconclusas, la inspiración artística y la renuncia a los propios principios y convicciones. A través de dos actos, en apenas una hora de duración, sobresale la imponencia y carisma sobre las tablas de un fenomenal intérprete como Chávez, quien aquí, en compañía actoral de Rafael Federman, Eugenia Alonso y Claudio Medina, cumple los roles, de coautor, protagonista y director. Nuestros ojos se posan sobre un magnético Julio: el prestigioso humanista cavila, puesto en jaque e insomne, revisa su historia de vida. ¿Será que uno siempre escribe sobre sí mismo?
23/04/2024 20:38por MAXIMILIANO 51 Con la destacada actuación de Victoria Onetto, Nelson Rueda y Eloy Rossen, fue estrenada en el Centro Cultural de la Cooperación (en marzo pasado), la premiada obra "Escarabajos", autoría de Pacho O'Donnell y llevada por primera vez a escena en agosto de 1975 en el Teatro "Payró", con la dirección del recordado Hugo Urquijo. Consolidado como un clásico teatral argentino, el texto exhibe profunda vigencia, gracias al notable talento de quien ahora asume dicho rol: Juan Manuel Correa, pilar de nuestro teatro independiente. La vigencia de la pluma de O' Donnell se pone de manifiesto en esta auténtica pintura de época y marcada crítica social, a la que, cronológicamente en su adaptación, podemos ubicar entre los años '80 y '90. En el seno de una familia de acomodado pasar, un matrimonio de mediana edad lidia con la asfixiante y tóxica rutina que entumece los sentidos. Bajo el mismo techo, la confianza, la escucha y el diálogo se han roto por completo; a punto está de desatarse la enajenación y la perversión en la mayor de sus escalas. Porque el hogar ya no es un lugar seguro: el poder y el sometimiento son elementos que potencian el siniestro período de adaptación de un adolescente que sufrirá, en la propia piel, la incomodidad de verse forzado a sumir el rol de un 'otro ausente'. Puertas adentro, el vestuario de época se asume como instrumento de apariencia, en tiempos donde reina la superficialidad, sinónimo de la artificialidad de los vínculos. No hay porqué preocuparse, las miserias se esconden todo cuánto necesario, tanto como el paso del tiempo que un buen lifting sabe disimular. Resulta claro observar, el núcleo de acomodado pasar se vincula con el mundo exterior de modo pasivo, mayormente a través de aquello que la TV elige mostrar. Tamaño desafío actoral es llevado adelante por tres intérpretes de lujo, mientras la música en vivo de Nacho Esbó acentúa climas ciertamente incómodos. La metáfora del escarabajo consumará la metamorfosis de perversos roles, intercambiables con la ligereza de una transacción material. Finalmente, la imagen amplificada tras el biombo proyecta un trauma enquistado: la falta de escrúpulos retroalimenta la violencia, la manipulación y la discriminación imperantes.
13/04/2024 03:26por MAXIMILIANO 51 Con autoría de Sandra Franzen y dirección general de Andrés Bazzalo, se estrena en la sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación, la bellísima obra "El Sentido de las Cosas". En cartel desde el pasado mes de marzo, se encuentra protagonizada por dos extraordinarios intérpretes: Víctor Laplace y Gastón Ricaud. En una remota isla del Paraná, un joven funcionario acostumbrado a escritorios de nogal (Ricaud) acude con la tarea de persuadir a un bohemio hombre de letras (Laplace), quien ha elegido su propio exilio, en la más remota de las geografías, en busca de escaparse (y aislarse) del ruido citadino. En clave de comedia, el derrotero imagina un improbable encuentro entre dos seres a la deriva, quienes, con el devenir de los acontecimientos, hallarán más atributos en común que lo a priori estimable. El poeta, decidido a escribirse encima, no callará su parecer, en descontento con el homenaje que está a punto de recibir. Con música en escena a cargo de Gonzalo Domínguez, el cauce fluye turbulento a medida que ambos personajes intercambian reflexiones sobre el amor, la vocación y la propia identidad, en medio de un clima litoraleño reconocible por su fauna y vegetación. Pieza concebida con enorme sensibilidad, nos habla, también acerca del, a veces, esquivo destino de la propia obra. Brota la inspiración en otro verso en octosílabo, pero pronto el río se lleva todo, corriente abajo. La huida es hacia adelante y la voz de la sabiduría indica el camino con optimismo.