Una sola cosa critico: la actriz mezcla en su pronunciación tonadas porteñas con tonadas del interior, pronuncia la palabra 'cerro' estirando y acentuando la rr, o en la palabra 'yegua' pronuncia la y griega como i latina. Pero en el resto del texto vuelve a su 'sho' 'shuvia' etc.. Descontando esto la actriz se pasa, es fantástica.
Para alguien del interior, como yo, esto suena muy mal, es como cuando hacen una película sobre el Che Guevara hablada en inglés. Creo que en todo lo respectivo al lenguaje es fundamental la fidelidad.
Aclaro que soy de los que difícilmente disfruten una obra 'atemporal', creo que la mayoría de las veces es una excusa para no trabajar en la investigación histórica.
Y no creo que ese sea el caso de esta obra, ya que están bastante claros ciertos datos históricos y sociales.
Por lo demás disfruté de un excelente trabajo técnico, un refinado sentido del humor, y un texto brillante.