26/11/2021 14:58por Norberto J 3 Los hermanos queridos es una obra muy exigente. Tanto para la audiencia como para quienes la interpretan.
Durante la mayor parte del viaje uno no tiene mucha idea de qué es lo que está sucediendo. Y durante ese tiempo, sobre el escenario los personajes deben sostener, con el cuerpo, un hilo conductor que no permite sospechar un destino.
Uno apuesta, fundamentalmente por Carlos Gorostiza, autor que cumple con (no siempre se sabe qué es) lo que promete.
Las tres escenas que cierran la obra son muy conmovedoras. De la mano del delicioso personaje de Carlos Berraymundo que se desborda sin control, la obra se encauza y se enfoca en su mensaje, duro y revelador, hermoso y detonante de mucho más que llanto y emoción hacia el cierre de la historia.
El resto del elenco cumplen con creces al sostener una tan difícil maquinaria: un canon de voces y pensamientos, de coreografías superpuestas en realidades que sólo al final se revelan con claridad.
Ojalá que esta obra siga representándose, en lo posible con estos mismos intérpretes, que como Carlos Berraymundo cuenta a la salida, buscan y buscan, como buenos actores, nuevas y mejores formas de darle vida a un libro que se merece la apuesta, a ciegas, de todos los públicos.
09/07/2019 09:11por Norberto J 3 Fui a ver La Desgracia por segunda vez. Había otros intérpretes en los roles de Nora y del cura.
Tal como en la primera oportunidad, la experiencia fue una fiesta, un banquete para los sentidos, una celebración del teatro, de las artes escénicas, de la vida.
La Desgracia es la genial prueba de que sí se puede, mucho se puede, todo se puede.
Considero que este espectáculo es lo mejor que ha existido en Argentina en muchísimo tiempo, y que cualquier persona que desee saber qué es una experiencia teatral debería verla.
Ojalá sigan existiendo por mucho tiempo. Voy a volver a verla todas las veces que pueda.
08/07/2019 13:26por Norberto J 3 Disfruté mucho del trabajo de un actor a quien considero de los mejores de la Argentina.
Sin embargo, este espectáculo, a mi gusto, no está a la altura de Como quien oye llover, que es una de las obras más emocionantes que vi. Uno regresa al teatro a atestiguar y formar parte de la evolución de un artista. En Estrella (y entiendo que puede ser debido a mi propia limitación), no logré discernir o comprender esa evolución.
Tiene momentos emocionantes, y se aprecia el enorme trabajo (por momentos apabullante) que Juan Pablo Geretto pone en todo su trabajo. Se agradece, su entrega y su profesionalismo, además de su talento.
Creo que, a quien quiera descubrir a este artista, le sugeriría que vea, aunque sea en video si es que no se puede ver en vivo, Como quien oye llover.
