Opiniones de Carlos

  • Las lágrimas de los animales marinos 232

    03/12/2024 08:20 por Carlos 23
    Realmente me cuesta entender cómo no se advirtió que había espectáculo para, como máximo, una hora. Y dura dos, y resulta muy arduo de ver.
  • LANZA El sueño americano 6

    15/09/2024 11:08 por Carlos 23
    Preciosa cajita musical sobre un personaje (casi) olvidado, interpretada y dirigida con talento y cariño. Altamente recomendable.
  • Se despide el campeón 103

    07/08/2024 08:43 por Carlos 23
    Espectáculo demasiado esforzado.
  • El David marrón 79

    16/06/2024 14:39 por Carlos 23
    Fantástico texto y maravillosa actuación de David Gudiño, que le deja un enorme desasosiego al espectador sobre tan palpables situaciones en las grandes ciudades.
  • 24 de septiembre, casi casi primavera 44

    23/05/2022 11:37 por Carlos D 23
    Lo pasé hermoso porque Carolina Setton es una maravilla de actriz. Tienen que verla, y tienen que ver 24 DE SEPTIEMBRE, CASI CASI PRIMAVERA.
  • Tardes de Música en el Foyer, Recital de violín y piano 4

    07/04/2022 06:52 por Carlos D 23
    Maravilloso resulta acercarse un domingo a la tarde a un teatro como el Empire, una de las salas más tradicionales de Buenos Aires, para ocupar el foyer y sentarse a escuchar un concierto acústico y sin estridencias. Y aún mejor resulta sentirse bien tratado como espectador y como persona, algo que no siempre uno siente cuando va a una sala a ver tanto espectáculo intrascendente que anda dando vueltas por ahí. Acérquense al Empire.
  • Diario de un loco 29

    14/11/2021 11:42 por Carlos 23
    La dirección de Fabián Vena muestra los múltiples pliegues del Poprischkin escrito por Gogol en 1835. Pero lo verdaderamente interesante de esta versión, es descubrir o confirmar, si es que ya lo conocían, la profundidad y los remansos en el caudal actoral de Cristian Thorsen, que confirma lo maravilloso que es llenar el escenario con la presencia y la palabra. El Poprischkin de Thorsen, poéticamente brutal desde la imagen, revela su confusión, su quiebre y su descenso a la locura apoyándose en la verbalización de ciertos diminutivos que contrastan actitud, físico y psicología. Baste escucharlo decir “perrita” y “camita” con la voz raspada para comprender la deriva de ese pobrecito que hace equilibrio sobre el abismo.