13/03/2017 00:52por Pedro D 8 ESPANTOSO ES POCO DECIR. La obra, si se me permite llamarla así, empieza de manera incoherente, y de ahí va escalando. La incontinencia verbal es agobiante, y la vacuidad de contenido es alarmante. Los supuestos acentos españoles, rusos e ingleses son risibles, patéticos, insultantes. Una obra petulante, engreída, sin sentido. Si el autor (director, actor, y demás condimentos del narciso) hubiese tomado algún rato para leer sobre el tema del que presume escribir (El Instinto del Lenguaje, de Steven Pinker, por ejemplo), habría evitado la plétora de errores e imbecilidades que navegan la obra. El mito urbano de las 14 formas de decir nieve de los esquimales no es más que eso: hace casi treinta años Geoffrey K Pullum lo rebatió largamente. Este bochornoso espectáculo se aproxima más a una obra de colegio primario que a cualquier forma de teatro. Es una pena desaprovechar una sala con este bodrio. El programa de mano, una de las pocas cosas rescatables, cita al autor diciendo '¿Cuántas son las cosas que ocurren al mismo tiempo?'. En La Terquedad, demasiadas, y totalmente inconexas. Una boletería para devolver el precio de las entradas sería muy agradable.