30/05/2017 23:24por Kim 106 Lindo homenaje a los hacedores del teatro “off”.
Una sensación que tuve: sacando 2 minutos de acá y 2 de allá (de 10 a 15 en total), le vendría bien a la obra. Igual la recomiendo: pasé un momento agradable.
23/05/2017 21:10por Kim 106 Escribo este comentario dirigido a los que todavía no se decidieron a ver la obra.
El jueves 18-5 presencié la función gratuita que se llevó a cabo en el Partido de San Martín. Teatro lleno; 400 personas tal vez.
Estaba sentado en la última fila. El escenario sutilmente microfoneado (muy bien el sonidista).
Creo que a la mayoría de los espectadores nos pasó esto: los primeros 45 minutos nos mantuvo reticentes, luego, entendimos el “código”, entonces la segunda parte se desarrolló con un público más relajado, disfrutando de la obra con muchas risas. Por que La omisión… es una comedia. Uno ve las fotos de la propaganda, lee el epígrafe y se predispone para una obra trágica, oscura, pero no es así.
Es una comedia con pinceladas grotescas, absurdas, que también tiene sus momentos “dramáticos”. Es intensa, por momentos verborrágica, con un gran despliegue interpretativo y una sincronización efectiva. Dura 90 minutos y te mantiene expectante siempre.
A lo mejor los comentarios negativos que leí en este sitio tengan que ver con que es una obra cara. Entonces uno se predispone a pagar casi $500 y espera algo impresionante, extraordinario, que te haga llorar de tristeza o alegría, pero nada de eso ocurre. Con todo respeto lo digo, es una obra que ni no la ves, no te perdés nada. Ahora si aprovechás el 2 x 1 de Timbre 4 pagarías la mitad de $500, y al final no te jodería tanto (qué forro que soy).
Entonces por un lado “no te perdés nada”, pero por otro te perderías la representación de un texto particular, habitado por micro-relatos de poder, y por personajes un tanto frikis, que sorprendentemente le confieren al total de la obra un carater intenso.
En fin. Es más que buena, pero no es excelente: muy buena.
21/04/2017 23:24por Kim 106 Primero felicitarlos por el ímpetu de montar una obra de teatro al estilo comunitario y cobrar la entra 100 mangos.
Segundo. A las directoras. Sería conveniente que los actores “exageren” más: ya sea elevando el tono de voz como así también en la parte corporal.
La idea de interactuar con el público está muy buena. Pensé lo siguiente: que la muchacha que hace de moza en la obra, sea ella quien reciba al público y los ubique en las mesas; trayéndoles las bebidas y demás. O por ejemplo la mesa que está en el escenario bien puede estar en el centro de la sala, ubicando a los espectadores alrededor de la misma.
En fin, si la hacen más “delirante”, los resultados serían mejores.
04/04/2017 23:57por Kim 106 Qué manera de vender humo tanto Kartun como las personas que se la pasan halagando la obra escribiendo comentarios usando distintos nombres…
El sábado 1-4 posiblemente fue mi peor experiencia teatral como espectador. Salí de la sala peor de lo que entré. Los más de 1700 comentarios en este sitio me hicieron caer. Ganó la propaganda. Ganó el humo.
Hace bastante que quería ver Terrenal: finalmente decidí pagar la entrada más cara de lo que llevo como espectador de teatro y fui. Aclaro que leí bastantes obras de Kartun, como así también asistí a varias de sus representaciones. Y creo que todos estamos de acuerdo con que Chau, Misterix es su trabajo más logrado. Después hay medio pelo como El partener, aburrimientos como Sacco y Vanzetti y otros medios pelo (dramatúrgicamente hablando, claro) como Desde la lona.
Por ejemplo en Chau, Misterix hay texto en función del espectáculo: hay recursos, distintos planos, profundidad, diversión, reflexión, etc. En Desde la lona (que la vi hace un par de meses) y Terrenal, hay texto en función de lo plano, lo insulso, aburrido, y por momentos me daba la impresión de que al texto lo escribió un chico de 20 años recién iniciado en la dramaturgia.
Se sabe que Kartun tiene un gran chamuyo en las entrevistas, que sabe de cualquier tema y lo expresa. Pero si la dramaturgia de Terrenal es mierda pura, también hay que decirlo. Ojo, los 3 actores hacen su trabajo de manera sobresaliente, y lo que también rescato es el monólogo final, en el cual se trata de ganar la platea con reflexiones “profundas”, “comprometidas”. Entonces el monologo termina y estallan los aplausos, la propaganda y el humo una vez más ganan; pero yo no aplaudo, y una tristeza indescriptible me empieza a joder el estómago, y junto a mi compañera nos dirigimos caminando hasta Retiro, y mientras el tren se aleja de la ciudad, pienso seriamente en dejar de asistir a ver obras de teatro.