Comienza el décimo año de Poesía en la Terraza y para esta edición, la n° 74, le damos la bienvenida a El bosque sutil, uno de los ciclos de poesía con mayor trayectoria dentro del circuito de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. El bosque sutil es un ciclo de poesía creado por Florencia Defelippe y Verónica Pérez Arango. Desde el 2016, reúne poetas de voces diversas y de distintas generaciones en entornos al aire libre que estén vinculados con el patrimonio, la historia y la memoria. Al tratarse de un ciclo de frecuencia trimestral, cada encuentro coincide con el cambio de estación y cada poeta invitadx lo celebra trayendo poemas que hablen del verano, el otoño, el invierno, la primavera… De esta forma, se da cuenta de la naturaleza de esos breves bosques en constante cambio y transformación. Al igual que el río de Juanele, el bosque nos atraviesa. Transitar su naturaleza, habitarlo y explorar sus organismos vivos es una experiencia poética.
Sobre Poesía en la Terraza
La poesía es una forma de desentrañar, construir y habitar el mundo, de redefinir la experiencia para imaginar nuevas formas de vivir en comunidad. Más allá de nuestro tiempo y espacio, el futuro se deja ver como un retorno a lo sagrado, a lo inmemorial, al ritmo. Este ciclo reúne a poetas de distintas generaciones y estéticas, distintas miradas sobre y para la poesía, distintos modos de vislumbrar la interrupción y la falla. Por décimo año consecutivo, Poesía en la Terraza sigue consolidando al Conti como un lugar de encuentro y transformación a través del cuerpo, la imaginación y la palabra.
¿Cuándo empezó a ser un lugar la noche,
un lugar, no una hora,
cuándo con su jarabe negro negro
entró a manchar la luz?
Bebíamos birras, tragábamos la sangre dorada de las horas.
Éramos el sentido del luminoso verano.
Fe en lo oculto, en genios que surgirían
de grietas singulares.
Nada de amor en las vidrieras, en todas estas camisas apiladas.
Nada que esperar en el declive del aire curvo.
La luz es un incidente: ningún milagro.
Nadie a quien preguntarle qué falló.
He soñado de mañana con aquel silencio,
el olor del tiempo en un antiguo muro.
A lo lejos el benteveo y su insistente pregunta:
no entiendo lo que dice, no sabría contestar.
Beatriz Vignoli