El dueño de los deseos

RESEÑA DE LA OBRA

EL DUEÑO DE LOS DESEOS

La obra toma la idea del Edén como el espacio perfecto para ahondar en profundidad sobre la relación Hombre y lo desconocido.

El aspecto de vacío que siente el ser humano en relación a la cantidad de preguntas que se hace a si mismo sobre su aparición en la tierra y su relación con lo indecible.

La idea central de la obra es la de desentrañar por qué el ser humano actual vive ajeno al compromiso ético de su presencia sobre el planeta. Intentando descubrir

por qué deja de ser responsable. Dejando sin brújula al tránsito hacia las ideas aptas, sean religiosas, políticas o sociales. Decidiendo ser individualista.

Convirtiendo al siglo XX en algo semejante a todo lo conocido hasta aquí.

Pareciera que, lamentablemente, no alcanzó todo el error convivido en los tiempos

pasados. Tampoco los aciertos obtenidos. Entonces advertimos que no hay mucha diferencia del humano anterior a este. Tenemos la

sensación de que ha quedado estancado en sus aspectos más pobres: poder, dinero y éxito personal. Es decir, sigue el camino de su codicia y no el de su

ser consciente y evolucionado, aplastado por la ambición.

Para acompañar a esta idea el personaje de la obra es: EI Diablo.

¿Será el ángel caído quien nos permitirá navegar en el mar de las decisiones apuradas, equivocadas? En esas aguas estarán las alternativas miserables

y las altruistas.

Tal vez el púbico en su intimidad pueda zanjar las dudas existenciales y quizás encuentre el camino que lo leve a la instancia sagrada de ser-humano.

4 Histórico de funciones