El Paso de Santa Isabel plantea la paradoja que se esconde detrás de los bloqueos, de las barreras espirituales y psicológicas, que en mayor o menor medida todos padecemos: autoprotección básica y cárcel emocional. Propone interrogantes que cuestionan quién puede afirmar qué es lo mejor para uno u otro.
En un mundo en el que se convive vertiginosamente entre el fundamentalismo fanático y la moda de la pretendida hiper comunicación, El Paso de Santa Isabel sugiere la necesidad de ejercer la tolerancia y la compasión hacia las posibilidades, decisiones y consecuencias del accionar de los otros.
La vida va a la velocidad de un convoy pero las emociones universales tienen sus propios tiempos. Podemos eternizarnos en un estado o decidir partir sin mapas. Cada quien pasará las barreras que sus capacidades le permitan. Cada quien asistirá como pueda a su propia clausura vital.
Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos