LANDRU, asesino de mujeres

Un aviso en el Petit Journal de París que parecía sincero, y que, en medio de la tragedia de la Primera Guerra Mundial, se convirtió en una esperanza para viudas desesperadas. El aviso decía: "Viudo, dos hijos, cuarenta y tres años, solvente, afectuoso, serio y en ascenso social, desea conocer a viuda con intenciones matrimoniales". Dos años después aparecería el segundo: "Señor de cuarenta y cinco años, solo, desea casarse con dama de edad y situación económica similar".
Así Herni Desiré Landrú, más conocido como "Landrú, o el Barba Azul de Gambais", atraía a sus víctimas para despojarlas de todos sus bienes y luego matarlas. Once casos pudieron ser comprobados, pero se sospecha que sus víctimas fueron más de 200. Landrú solo mataba mujeres, las elegía por su patrimonio y les dedicaba el tiempo que fuese necesario para que esas mujeres acabaran cediéndole todo.
Durante el juicio a Landrú, que duró 26 días, jamás se quebró ni admitió haber sido el autor de los homicidios que se le imputaban. Cuando le dieron la palabra, declaró: "Me procesan por diez mujeres cuando he conocido centenares... ¡Qué generoso es este tribunal!... Estafador, lo admito; pero asesino, no. Ellas estaban solas y yo les he dado un poco de esperanza. Las he amado, las he despojado, pero no las he matado. ¿Qué fue de ellas? No sé. Es increíble cómo pueden desaparecer tantas mujeres sin dejar rastros... ¡Que me traigan las pruebas!". Se quitó una pelusa de la solapa y miró al vacío, echando levemente la cabeza hacia atrás y el mentón hacia adelante.
La multitud soltó un aullido. Burlón, cortés, gran actor, mordaz, meticuloso hasta la manía, siempre educado. Así era Landrú, y la obra intenta mostrar y recrear lo que fue su vida y la de aquellas mujeres que, por amor, cayeron en su trampa.