Si no nadie nos ve es una performance coreográfica.
La obra es un autoretrato pero de una forma particular ya que cuenta con dos intérpretes.
El concepto de individuo existe solamente en su relación de oposición con la del grupo, y es este vínculo el que nos interesa; la identidad como última muralla a la masa.
Dos personas en plena introspección pero al mismo tiempo enfrentadas al otro.
¿ Hasta qué punto la expresion del "yo" es libre? ¿ Qué influencia tiene el otro en mí? ¿ Como me desdibujo detrás de él? ¿ En qué me reconozco en él? ¿Como llevo su identidad y me vuelvo múltiple?
En la era del individualismo exacerbado, la impresión de estar atrapado en una masa es extremadamente fuerte; inversamente, mientras los medios de comunicación tienden a multiplicarse y a juntar a la gente, parece que el sentimento de soledad, de aislamiento está más presente, más pesado que nunca.
Con esta paradoja como telón de fondo, los intérpretes se lanzan en una carrera sin aliento en busca de su identidad.
(Re) Construirse arreglándose con lo que uno cree, piensa, debe y quiere ser. Negociar. Pegar un grito. Afirmarse.
Una búsqueda de libertad.
La identidad materializarda a través de la palabra, del sonido, de la música y del movimiento en relación con el cuerpo defendiendo su lugar en el espacio.
La obra evoca la fuga de uno mismo, de lo cotidiano, del orden establecido.
Permitirse Todo en el espacio de un momento. Ir más allá de la realidad para volver más fuerte … Tal es el reto.