Un sencillo homenaje

Ana Garat pertenece a una generación que ya se ha vuelto referente para la actual, a pesar de su juventud y de tener aún mucho camino por recorrer. Esta doble condición de ser maestra y joven creadora hace de sus estrenos verdaderos acontecimientos que la comunidad de la danza (nos referimos a comunidad como un conjunto de personas que se identifican con estructuras biográficas similares), espera y celebra.

Jujuy es de sus obras, una de las más sencillas, en cuanto a procedimientos dramáticos y despliegue de dinámicas de movimiento. Se trata de un dúo de bailarines altamente cotizados en el medio, Rosaura García yEmanuel Ludueña, de una escenografía en planos inclinados, casi infantil, evocando juegos como el de confeccionar una casita con cajas, y de un diseño de arte y sonido que utiliza dos o tres colores y otros tantos acordes inequívocos. En síntesis: se trata de una pieza para una contemplación simple, sin mucha estridencia.
Podría inscribirse en el camino de las piezas que ella ejecutó sola -tal es Dúo para ella sola - , como si se tratara de desplegar esos recorridos íntimos en dos cuerpos. Lo realiza jugando aun más con el efecto de doblez, de ambigüedad entre lo femenino y masculino, simulando una transposición entre los dos intérpretes que fortuitamente se asemejan, a pesar de ser un muchacho y una chica. Lo refuerza en el vestuario, en los movimientos repetidos, pero a veces separa los cuerpos con la anécdota, buscando que uno y otro tengan roles socialmente atribuidos a los dos géneros.
Al mismo tiempo, en otro plano, Jujuy es un homenaje a uno de los clásicos de la videodanza, Smoke, de 1995, una coreografía de Mats Ek, en la que la maravillosa Sylvie Guillem baila junto al hermano del gran coreógrafo sueco, Niklas Ek, con música del paraminimalista Arvo Pärt. Aquí se recorren diferentes variaciones acerca de la relación entre un hombre y una mujer, a la vez que se desarrolla con compleja simplicidad una serie de secuencias de movimiento gestuales y dancísticas que son clave en la danza moderna del norte de Europa. Una especie de poesía de la historia de la danza en su máxima expresión.
Seguramente Garat no quiso imitar dicho video, sino, más bien, dar cuenta de su propia historia profesional, de aquellos hitos que por el rápido transcurrir de nuestra época amante de efectismo, terminan siendo denostados a pesar de su enorme valor estético, simbólico, y afectivo.